Revista Argentina
Hitler, Mussolini, Perón tenían esa gran capacidad de “enamorar” a las masas hablándoles con palabras simples pero penetrantes, que les generaba un sentimiento de fanatismo y adoración. Ese era el artilugio perfecto para tener bajo dominio, a millones y millones de personas, que ante la inevitable caída de sus regímenes, estuvieron dispuestas a dar la vida por sus líderes.
Para el Kirchnerismo, la Patria nació el 25 de Mayo de 2003. Así de repente todos sus “logros y conquistas” fueron incorporándose uno tras otro, formándose una nación paralela que funciona a la par de la verdadera y real, la que para muchos de nosotros, nació el 25 de Mayo de 1810. Como una célula que fagocita a un microorganismo, “ellos” fueron copando de apoco todos los lugares de la administración pública de manera intrépida y temeraria. Se inventaron un país imponiendo al garantismo como herramienta reivindicativa de los derechos humanos, que transformados éstos en un gran negocio millonario, termino beneficiando a los delincuentes, violadores y narcotraficantes. Formaron un gobierno con fachada progresista, que simulaba preocuparse por atender las necesidades de la gente, mientras que en realidad, formaron una verdadera asociación ilícita que funcionara como mafia enquistada en el estado, pudiendo desde ese lugar hacer cuanto negociado les fuera posible. Desembarcaron en todos los rincones de las dependencias públicas con militantes fanáticos camporistas, encolumnados detrás de un ideal segregacionista, que margina y defenestra a todos aquellos que no simpatizan con el modelo. Se gastaron y se robaron millones y millones de dólares producto de una fabulosa cosecha de soja, única tal vez, que nunca existió en décadas. Perdimos la oportunidad de volver a ser un país con calificación de “investment grade” como lo fue en los noventa. Más tarde nos impusieron el slogan que “Gracias a la década ganada, tenemos patria”, seguramente muy merecida porque “somos un país con buena gente…”, pero estamos gobernados por una banda de delincuentes, una verdadera Raza Aparteque nada tienen que ver con el ser nacional argentino. Estos psicópatas resentidos que entraron de contramano en la vida de los argentinos de bien y que fueron expulsados de la plaza de mayo por su propio líder dictador, volvieron para vengarse de todos aquellos que en aquel entonces los repudiamos por violentos, cínicos y asesinos.Evidentemente en nuestra sociedad ha existido siempre una brecha entre los que pretendemos vivir en un país serio, normal, pegado a las leyes, y aquellos a lo que todo les resbala o no les interesa en lo más mínimo. Son tan mercenarios como talibanes. No les interesa en lo más mínimo la política como instrumento para mejorar la calidad de vida de los argentinos. Llegaron al poder para llevar a cabo un plan que tenían preparado desde hace tiempo, y como utopía irrealizable en aquellos dramáticos setenta, postergaron su ejecución hasta el momento que fuera el indicado. Pero lo más detestable fue cuando no tuvimos en cuenta las advertencias que venían desde una provincia del sur, que fue gobernada tres veces consecutivas, por un personaje prácticamente desconocido por aquellos años. La maldición del pingüino patagónico fue el comienzo de nuestro fin como país y nación. El mismísimo ministro mimado de economía nos dio la pista el año pasado cuando refiriéndose a la intransigencia del gobierno frente al embate de los fondos buitres, dijo: “Quédense tranquilos, esto ya está todo estudiado” Y SI, CORRECTO! Este plan de destrucción y remate de la Argentina que ya entro en su fase final, fue perfectamente premeditado y puesto en funcionamiento a partir de la muerte de Néstor Kirchner. Evidencias son las que sobran. Un país que está gobernado por individuos resentidos, liderados por una Psicópata Carismática, es un país cuyo destino inexorable es su auto destrucción y desaparición como nación civilizada, donde la barbarie se instala para destruir nuestras costumbres y alterar el ritmo de vida normal elegido desde siempre, y que fue transmitido de generación en generación. Evidentemente en nuestra sociedad ha existido siempre una brecha entre los que pretendemos vivir en un país serio, normal, pegado a las leyes, y aquellos a lo que todo les resbala o no les interesa en lo más mínimo. Solo les importa que el gobierno sea del pueblo y para el pueblo y que se dedique a mantenerlos a cambio de sus votos. Sabiendo que esta división existió siempre, ¿Qué hace el Psicópata Carismático para ganarse su lugar de caudillo e intentar permanecer allí hasta siempre jamás? Por lo general tienen dotes de diferentes talentos, como por ejemplo, poseen una capacidad casi demoníaca de manipular los sentimientos de la gente, que se conmueve al escucharlos en sus discursos. Hitler, Mussolini, Perón tenían esa gran capacidad de “enamorar” a las masas hablándoles con palabras simples pero penetrantes, que les generaba un sentimiento de fanatismo y adoración. Ese era el artilugio perfecto para tener bajo dominio, a millones y millones de personas, que ante la inevitable caída de sus regímenes, estuvieron dispuestas a dar la vida por sus líderes.Un país que está gobernado por individuos resentidos, liderados por una Psicópata Carismática, es un país cuyo destino inexorable es su auto destrucción y desaparición como nación civilizada.A pesar de todas las calamidades por las que estos especímenes reaccionarios nos han hecho pasar, por suerte aún tenemos una oportunidad que se nos presenta este año. En lo que resta de este periodo 2015, debemos ponernos a pensar en serio, de una vez y para siempre, que queremos ser o que pretendemos lograr desde lo individual, pasando por lo integral como pueblo y nación que se enfrenta tal vez, al más grande desafío de su historia desde hace décadas. No miremos el aquí y ahora porque nos vamos a deprimir aún más de lo que ya estamos. Esta “oferta política” que se nos presenta, esta perimida, llena de vicios y corrupción. Son los mismo de siempre con otro disfraz. Ya hemos experimentado varias veces como el temor a aceptar algo nuevo y distinto, nos hace cometer viejos errores y repetir la historia, la que al final, siempre nos trae al mismo punto de partida. Vean Uds. sino, como ahora esto que estamos viviendo, ya nos pasó exactamente lo mismo, en otros momentos. Solo que esta vez sabe Dios como va a terminar… Si bien estas elecciones no van a arreglar nada, al menos que nos dé tiempo para ir concientizándonos sobre la necesidad imperiosa de algún día Refundar la Republica, y en un acto decisorio terminar con todo lo que hasta ahora fue y que ya no será. Porque solo seremos bien vistos en el mundo si asumimos el compromiso de respetar y hacer respetar la ley, donde todos seamos iguales ante ella y nos sometamos a su potestad sin excepción. Lamentablemente desde la fecha de nacimiento como nación libre e independiente, nuestros fundadores no han tenido en cuenta la importancia de ese momento, desde el punto de vista astrológico. A partir de allí, el permanente enfrentamiento que ha tenido nuestro país entre su pueblo y los diferentes gobiernos no ha cesado. Y seguirá hasta el día que decidamos ponerle fin por nuestra propia decisión. De lo contrario, con el devenir de los tiempos, el universo tomara cartas en el asunto y corregirá lo que nosotros hasta hoy, nos hemos negado a cambiar.