Revista Coaching

Una realidad compleja

Por Raúl Amo @amoelreto

Quizás algunas veces alguien se habrá preguntado porque escribo así, pensando en lo alto, soñando muchas veces en rozar con mis manos el cielo. Y se habrán preguntado donde vivo… aunque eso no importa, pues el mundo se toca en los extremos, por más distantes que parezcan.

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Estos días he descubierto o reafirmado que la realidad es mucho más compleja que la fantasía. Que esas películas donde los buenos y los malos están bien diferenciados, donde el blanco y el negro no se mezclan. Y los héroes no se corrompen nunca y los lideres pertenecen a bandos distintos.

Sé que no es así. Los bandos no existen, se mezclan, se confunden. No se sabe bien de que lado están los lideres. Los héroes se corrompen, o más bien se descubren pequeños, disfrazados. Es tan triste. Reconocer cuan oscuro puede ser el mundo afuera. Cuando caminas y no sabes adonde te llevan las sendas.

Que bueno es, salir afuera y mirar con ojos nuevos todo, y desnudar a todos de sus banderas, y aunque las lleven enarboladas respetarlos y entender que no son malos ni buenos, son todos seres humanos.

Y dejar de mirar el mundo con tantas etiquetas, que si nos fijamos bien, no nos sirven de nada, tan solo para empobrecernos, para arrinconarnos en un pedazo de tierra, mientras más definidos los limites, más pequeños y ajenos al resto del mundo.

Y no se trata de no tener convicciones, se trata de que las convicciones que se tengan sean más altas, y que pueden abrazarlo todo. Y que en ellas puedan caber todos.

Es triste cuando descubres que la política tan solo persigue el poder. Cuando descubres que es tan necesario volver a los cimientos. Al pueblo. Al verdadero pueblo.

Las cosas están tan mezcladas, cuando hay tormentas todo se vuelve un caos, y saca lo peor o lo mejor de cada uno.

En la tormenta el bueno se vuelve malo, el malo, puede no serlo. O puede terminar de torcerse.

Y mientras, otros tratan de pescar, de nutrirse, o aprovecharse de la ocasión… Otros siguen como si nada pasara. Algunos se pasean entre dos aguas. Pero todos siguen estando en el mismo lugar. Aunque una parte en diversas formas se va, se pierde.

Quizás son procesos necesarios para crecer, quizá son tan solo consecuencias de lo que se ha venido cultivando, pero lo importante es comprender hacia dónde vamos… en lo personal, como familia, comunidad, nación, como mundo.

¿Hacia dónde vamos?

¿Es todo tan simple como nos lo han enseñado? Claro que no. Todo lo que hacemos tiene una repercusión para la posteridad, para nuestro entorno, llámese universo o como queramos. Y siempre o vamos sembrando y recogiendo. O vamos lanzando boomerangs que volverán… O vamos lanzando destellos que quedan flotando en el universo… llámese odio, amor… ojalá fuera amor…

Hace tiempo descubrí que por más denominación que se ponga una persona, no deja de ser una persona… desde el que vaga sin rumbos hasta el que se sienta en un trono, son iguales, si, son iguales, al nacer y al morir…

Me cansa ver que se tome todo de forma tan superficial, y me cansa el hastío… necesito profundizar o necesito cambiar mi perspectiva si quiero poder mirar sin cansarme. Si hay alguna bandera que quisiera levantar sería la de mi país, una bandera que es tricolor, con colores primos de los cuales se desprenden todos los demás. Sé que hay muchos como yo, muchos que sueñan y que se levantan cada día para construir, para avanzar un poco más en el camino a la libertad, pero no una libertad manchada de sangre, sino una libertad pura y limpia, esa que proviene de la certeza de saberse humano y perteneciente a un mundo más amplio y más grande que los limites que nos han impuesto.

Mi paz descansa en esa certeza de que no estoy solo.

@plandechoque4
[Plan de Choque]


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