Cuando los peques llegan a cierta edad una de sus aficiones predilectas es agarrar las pinturas y decorar las paredes de la casa. También gustan decorar muebles, armarios de la cocina.... cosas varias. Puede ser con las ceras, las plastidecor, el bolígrafo, su vena artística aflora y a veces es imparable. Y como son más rápidos que un rayo, hasta a la más intrépida mamá se la juegan.
Yo he tenido varias de estas, en las paredes al mío no le ha dado mucho, pero sí por lo demás. Y aunque no me pagan nada por ello, os lo aseguro, no puedo menos que recomedaros el borrador mágico de Don Limpio. En una casa con niños yo creo que no puede faltar.
Joer, parezco un anuncio andante. Muy lejos de mi intención, pero a mi me ha sacado de algún apurillo. Esta misma tarde mientras hablaba con una amiga mi hijo ha estado decorando su mesita con un bolígrafo. Es su mesa sí, pero no es cuestión de tenerla pintarrajeada por todos lados. Unas pasaditas, y ala como nueva. Eso mismo me hizo en el mueble del salón, y arreglado.
Cuidado con las paredes que no tengan pintura plástica, si dais muy fuerte podéis perder algo de color.
No está de más que nos contemos los truquillos ¿no?.