Revista Mundo animal

Una reflexión vegana acerca del abandono de animales nohumanos

Por Luistovar
Una reflexión vegana acerca del abandono de animales nohumanos


En esta entrada quisiera exponer un breve análisis sobre el problema de los abandonos, desde la perspectiva vegana. Al igual que ocurre con otras muchas formas de violencia contra los demás animales, las supuestas soluciones que se pretenden al respecto considero que incurren en varios errores habituales que pretendo señalar aquí.

En una espeluznante carta escrita por un voluntario anónimo que trabaja en una perrera, y que periódicamente se está difundiendo por las redes sociales, en la cual se describen los horrores que padecen los perros abandonados; el mensaje que lanza dicho documento es básicamente que el problema está en que los abandonos provocan mucho sufrimiento a los animales que los padecen y como respuesta se proponen cosas como: "no cries o compres mientras haya perros muriendo en las perreras", es decir, el autor piensa que si no hubiera abandonos entonces no habría problema alguno en que siguiéramos comerciando con las vidas de otros animales. El autor se posiciona a favor de que explotemos a los animales nohumanos, aunque le preocupa el excesivo sufrimiento que les causamos.
Ese tipo de enfoques son los que encontramos normalmente cuando se denuncia la cuestión de los abandonos. No se dice nada en contra de que traigamos al mundo a otros animales para usarlos en nuestro beneficio, acerca de que comerciemos con sus vidas y los utilicemos como simples medios para nuestros fines. Y no se dice nada porque ese enfoque es un mero reflejo de la mentalidad especista que predomina en nuestra sociedad y que ve a los demás animales como recursos para beneficio humano. 

Como consecuencia directa de esa mentalidad, en nuestra sociedad la compraventa de esclavos continúa existiendo y es legal. La esclavitud sólo se abolió legalmente para los seres humanos. Los demás animales siguen sometidos a la condición de propiedad. Ellos carecen de derechos jurídicamente reconocidos, se les considera bienes muebles, mercancías, y sus vidas sólo tienen un valor extrínseco (económico) que sus propietarios humanos deciden darles.


Una reflexión vegana acerca del abandono de animales nohumanos


¿Por qué se producen los abandonos? Por la misma causa que se produce la cría y la compraventa de animales nohumanos: nos creemos con derecho a utilizar a los demás animales como objetos para satisfacer nuestras necesidades y deseos. Por eso, cualquier interés que ellos tengan estará siempre supeditado a los nuestros. Cuando queremos ganar dinero entonces los críamos y los vendemos; cuando nos apetece tener compañía entonces los compramos; y cuando ya nos cansamos de ellos simplemente los abandonamos o los matamos.
Por el mismo motivo es que usamos a otros animales para comida, o para ser vestimenta o entretenimiento. No es porque lo necesitamos sino porque despreciamos a los no-humanos simplemente por eso: por no ser humanos.
El error pues no se limita en esta cuestión solamente al hecho de que los esclavos nohumanos sean abandonados por sus propietarios sino que incluye también la manera habitual que tenemos de enfocar el problema: ignoramos la injusticia que es el hecho mismo de que utilicemos a otros animales para nuestros fines y nos centramos exclusivamente en si nuestros esclavos sufren mucho. Es lo que se conoce como bienestarismo. Esto es: pensar que el único elemento relevante es el bienestar (en el sentido de placer y dolor) y que a los otros animales simplemente les importar evitar el sufrimiento mientras dejamos aparte otros intereses básicos como son, por ejemplo, el deseo de vivir. El bienestarismo también ignora que los demás animales son sujetos, son seres conscientes, y por tanto no debemos tratarlos nunca como objetos. Esto es a lo que nos referimos cuando decimos que los demás animales son personas.
Asimismo, no olvidemos destacar que dichas campañas meramente hablan de perros y/o gatos, que aunque son los animales nohumanos más abandonados (porque son los más utilizados para servir de compañía) no son los únicos. También son víctimas de estas prácticas los cerdos, los hurones, así como reptiles y aves. Incluso aunque algunas campañas hablen de "animales", del mismo modo que sabemos que no se refieren a animales humanos también comprobamos que en realidad hablan exclusivamente de perros y/o gatos.

Aparte de las campañas específicas contra los abandonos, también se difunden otras medidas si cabe aun más equivocadas todavía como son, por ejemplo, la mutilación genital o el proponer leyes de "bienestar animal" que reformen la compraventa de animales esclavizados para compañía. 

Estas supuestas soluciones no son tales sino que son empeoramientos del problema. Aparte de ser violaciones de los derechos morales que tienen los animales (su derecho a la integridad física y su derecho a no ser esclavos) nada de eso ayuda en la práctica a remediar el desastre. Ambas iniciativas simplemente refuerzan la idea de que los demás animales son recursos para nuestro beneficio y favorecen que se mantenga su explotación. El "Bienestar Animal" ha resultado ser un gran éxito como negocio y un absoluto fracaso para las víctimas que dice intentar proteger.

Toda la violencia que cometemos contra los demás animales está motivada y permitida por el prejuicio del especismo. Por tanto, si ignoramos la causa del problema nunca solucionaremos sus consecuencias directas. El abandono de animales nohumanos es otro ejemplo más de ello. 

Una reflexión vegana acerca del abandono de animales nohumanos

Diferentes animales, diferentes formas de explotación.
El mismo especismo.


El fracaso del enfoque bienestarista no sólo es de tipo moral sino también práctico. Sencillamente las campañas contra el abandono no tienen ningún impacto significativo en el problema.

A pesar de que llevamos muchos años de campañas (por ejemplo: en España ya se veían anuncios al respecto hace 20 años) estos abandonos no sólo no se reducen sino que aumentan cada año. 

Una reflexión vegana acerca del abandono de animales nohumanos

Las campañas contra los abandonos sólo pretenden actuar sobre los síntomas pero no inciden nada sobre la raíz de la cuestión ni respecto de otras causas adyacentes al problema como es la producción [cría] de animales nohumanos por parte de seres humanos. Y por eso resultan inútiles y fracasadas.

Este es en esencia el verdadero problema: comerciamos con las vidas de otros animales igual que en pasado comerciábamos con las vidas de otros humanos. Consideramos que ellos son nuestra propiedad y que existen para satisfacer nuestros deseos y necesidades. Esto es la esclavitud. No importa la especie de la víctima.

Al igual que entendemos que no es justo que se comercie con seres humanos; comerciar con los demás animales es igualmente justo, por las mismas razones. Ellos tienen el mismo derecho que nosotros a estar libres de esclavitud y que no los utilicemos como simples medios para nuestro beneficio.

Al igual que en el caso de seres humanos, la solución no puede estar en regular esta injusticia. La única solución justa es la abolición.


Por tanto, el problema no se podrá remediar nunca mientras sigamos considerando a los demás animales como recursos; como seres inferiores que existen para nuestro beneficio. Nada va a cambiar en tanto que continuemos viendo a los no-humanos como medios para nuestros fines. La única forma efectiva de salir de esta situación es el veganismo. Cualquier otra postura diferente simplemente permanecerá inmersa en la misma inercia especista en la que nos encontramos y no evitará la injusticia ni sus consecuencias directas.

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