Bueno, ya he dicho varias veces en diferentes posts que tengo problemas con los cómics “antiguos”. Mi coleccionismo es hijo de los primeros noventa, mi crianza ha sido con Jim Lee, Liefeld (sí, así como suena), Peter David y Stroman, las sagas de Thanos, los Hijos de la Medianoche… Y hay muchas “obras de culto” anteriores a este momento que no encajo del todo bien (bueno, salvo en la Patrulla-X, obviamente). Por ejemplo, un mito como La Guerra Kree-Skrull, me pareció aburridísima. Así que cuando Oneyros me insistió en que leyera el Daredevil de Miller, lo hice con esa mezcla de interés y “verás como no me gusta” que suelo tener en estas ocasiones.
Los primeros resultados fueron positivos, y sorprendentes, porque resulta que la llegada de Miller a los lápices de Daredevil coincidió con una aventura con la Viuda Negra y los Anihombres que en algún momento había pasado por mis manos cuando era un crío, así que encima la cosa se cargó de cierto sentimentalismo. Pronto, Miller se hizo cargo de los guiones, y terminaría dejando los lápices para dedicarse solo a la narración… y la serie ganó varios enteros. Y es que Miller como guionista es un puñetero crack, pero como dibujante, no es nada del otro mundo. La primera época de Miller en Daredevil estuvo marcada por la aparición de su personaje fetiche en Marvel, Elektra, el encumbramiento de Kingpin como máximo enemigo del Diablo Guardián, cambiando de la órbita de Spiderman a la de Daredevil; la transformación de Bullseye de un enemigo más a un personaje absolutamente emblemático y letal… ¿Corresponde el estatus de “mito” de esta historia con mi percepción?
Sí. La verdad es que sí. La historia es trepidante. Los personajes, geniales. La trama, una joya. Genial, de verdad. Luego Miller
dejó la serie (tenía que revolucionar DC también, después de lo que había hecho en Daredevil, era obvio que tenía un hueco en Batman), y esta… bueno, Dennis O´Neill, David Mazzuchelli y otros guionistas y dibujantes hicieron un trabajo bastante irregular. La estructura de “río” narrativo de Miller se perdió en favor de episodios autoconclusivos, algunos bastante nefastos y poniendo a Matt Murdock en situaciones más pintorescas que interesantes.Miller tenía que volver. El Diablo Guardián merecía volver a lo más alto. Y a lo más bajo. Y lo hizo en una novela gráfica, Amor y Guerra, que serviría de prólogo a la que probablemente sea la más aclamada etapa de la historia de Daredevil: Born Again. En Amor y Guerra, Miller hace tándem con Bill Sienkiewicz. Y Amor y Guerra es una OBRA DE ARTE. Pero así, en todos los sentidos. Supongo que mi relación con Sienki también es peculiar, y ha mejorado con los años. De crío leí cosas, como alguno de sus números de Nuevos Mutantes, y me parecía… raro. Quizá desconcertante sea la palabra. No creo que sea un dibujante con un dibujo que un niño pueda apreciar. Con el paso de los años he releído obras suyas, he “descubierto” a Bill Sienkiewicz. Y asumiendo que es uno de los más grandes dibujantes de la historia del cómic, Amor y Guerra es uno de sus mejores trabajos. Cada página, cada viñeta, cada detalle, es digno de admiración y estudio. Y por supuesto, la trama que Miller desarrolla para que Sienki la plasme en viñetas, es absolutamente perfecta. Víctor, el adversario de Daredevil en esta ocasión, es un auténtico psicópata perfectamente plasmado, Kingpin es… bueno, indescriptible. La araña monstruosa en el centro de una historia que envuelve como una telaraña a personajes y lectores.
Born Again llega justo después y es considerada por muchos la mejor trama de Daredevil. A mi me ha gustado mucho más
Amor y Guerra. Pero el “Nacido de Nuevo”, el regreso oficial de Miller a la cole regular de Daredevil, con lápices de un espléndido Mazzuchelli (al que muchos dibujantes posteriores de esta colección han seguido incluso en épocas recientes, y del que podemos ver influencias en Michael Lark, David Aja y otros). Para Born Again, Miller destruye todo lo que Daredevil y Matt Murdock significan. Karen Page, la antigua novia de Murdock, revela que este es Daredevil, Kingpin lo averigua… y como un gato con un ratón herido, el señor del crimen comienza a jugar, destruyendo todo lo que rodea a Daredevil, arrojándole a una espiral de perdición que sólo acaba cuando toca fondo, y Matt no tiene más remedio que tomar el único camino que le queda. Hacia arriba.Matt Murdock, Glorianna O´Brenn, Foggy, Kingpin, Ben Urich… todos se convierten en piezas de un historia excelente, la bajada al infierno y ascenso de Daredevil, quizá con un final un poco metido con calzador, pero que en su desarrollo, es absolutamente adictiva.
Así que, si alguno queda por ahí sin leerla, que lo haga. Y si me tengo que quedar con un momento de toda esta historia, de toda esta trama… Mucha atención a la conversación entre Daredevil y Bullseye que tiene lugar en el último número de la primera etapa de Miller. Es absolutamente acojonante.
Acojonante, de verdad.