Revista América Latina

Una revolución pacífica consigue el "que se vayan todos" en Armenia

Publicado el 08 mayo 2018 por Sofogebel
revolución pacífica consigue revolución pacífica consigue EREVAN.- Tras veinte días de marchas multitudinarias en reclamo de una renovación total, el líder opositor Nikol Pashinian se convirtió en el nuevo primer ministro de Armenia, coronando una verdadera revolución popular que derribó un gobierno tildado de corrupto e ineficaz.
Pashinian, de 42 años, lideró las protestas contra el gobierno desde el 13 de abril, que crecieron hasta forzar la renuncia del jefe de gobierno y luego, tras un último intento del oficialismo por evitar la transición, la semana pasada, obtuvo el consenso necesario para el nombramiento. "Los primeros ministros vendrán y se irán, pero ahora saben que si sobrepasan los límites el pueblo dirá: 'Somos los dueños de nuestro país", dijo Pashinian durante una manifestación ante sus simpatizantes en la capital. Tras dejar el cargo a principios de abril con una popularidad en caída libre, el expresidente Sargzian fue nombrado primer ministro por el Parlamento de mayoría oficialista. La movida de permanencia en el poder desató la resistencia de decenas de miles de armenios, que tomaron las calles de las principales ciudades y promovieron su derrumbe. Experiodista y diputado, Pashinian se había curtido en la lucha política desde su participación en una serie de recordadas protestas en 2008, cuya represión policial dejó diez manifestantes muertos y puso al líder opositor en fuga durante meses. Pashinian se entregó a la justicia y en enero de 2010 fue condenado a siete años de prisión, pero al año siguiente recuperó la libertad por una amnistía. Brillante orador y famoso por formular en el Parlamento preguntas incómodas, Pashinian se convirtió rápidamente en el opositor más eficaz del gobierno desde que el año pasado hizo su entrada a la escena política con su propio partido, Contrato Civil, que levantó vuelo y se instaló con fuerza en la cuestionada escena política del país. Pashinián ha logrado en las últimas semanas forjar una popularidad basada en la lucha contra la corrupción, un mal que Transparencia Internacional califica de "endémico" en este país independiente desde 1991. La rebelión iniciada a mediados de abril, que Pashinián denominó "revolución de terciopelo", fue pacífica: ninguna violencia ensució las manifestaciones que convocó. El origen de esta crisis política sin precedentes fue la elección del expresidente Serzh Sargsián como primer ministro. Un gesto que provocó la ira popular, los manifestantes le acusaron de aferrarse al poder después de fracasar en su lucha contra la corrupción y la pobreza tras una década a la cabeza Armenia. Agencias AFP, AP y DPA

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