Guardábamos este centro de mesa de metal en un cajón del salón por motivos sentimentales, pues su estética no terminaba de encajar con nuestro gusto y, además, nos había resultaba imposible quitar esas manchas blancas que presentaba por su cara exterior.
Por esa ultima razón, decidimos darle una oportunidad con la pintura; quizás mejorara lo suficiente como para recuperarlo...
Tres manos de pintura nos parecieron suficientes.
Lijamos un poquito por abajo...,
..., y por arriba.
Protegimos con barniz en spray al agua. Por ultimo, de un mantel viejo de hule cortamos un circulo del tamaño de la base para aislarla de la humedad...,
..., de la imprescindible planta que compramos para el cacharro.
Desde que adquirimos la estufa este otoño, teníamos ganas de colocarle alguna maceta, cual si de un pequeño mueble auxiliar se tratara. El calor sale por abajo, así que no hay peligro de que nuestra amiga verde sufra por eso...
Y nuestro centro redecorado, por su tamaño y su poca altura, nos parece que acompaña y se integra muy bien en el conjunto.
De nuevo, gracias al poder de la pintura, hemos recuperado un objeto olvidado para decorar nuestro hogar... ¿Qué os ha parecido?
Ah!!!! Y no podemos irnos de aquí sin desearon un muy feliz día de San Valentín... Nuestro mejor deseo es que el AMOR, se encuentre siempre muy presente en vuestras vidas.
¡FELIZ FIN DE SEMANA!
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