Magazine
Desperté esa mañana, como era mi costumbre desde que había sido un pequeño arbusto, ya hace varias décadas atrás. Me reí al recordar que las criaturas del Bosque del Sur ahora me llaman el viejo "Cedro Lúgubre", pero esa mañana era diferente: me despertaron las voces de unos desconocidos. Frente a mí tenía a dos policías investigando un cuerpo que me había sido ofrecido en ritual.Por supuesto que
