Una semana en la nieve. Emmanuel Carrère. Trad. Javier Albiñana. Barcelona, Anagrama, 2014
La vida, en la nieve "Los niños no se enteran de nada" dicen los que no los tienen y muchos que sí, pero que les atienden poco.Sin embargo, sí que se enteran: los niños escuchan a veces y oyen siempre lo que se dice a su alrededor. Algunos además, procesan la información a su manera y elaboran complicados argumentos, historias, teorías que mezcladas con las que sí les han contado, las que sí son "para ellos" dan como resultado ese otro tipo de historias, por salir de la mente de un niño, que no de la nada.
A Nicolás, el niño protagonista de Una semana en la nieve, le hablan poco de los auténticos peligros que amenazan su vida, pero él oye todo, lee mucho e inventa lo que le conviene.Concebida como un inquietante relato de la infancia dañada, Una semana en la nieve describe lo que sucede durante una "semana blanca" de vacaciones para esquiar, a un grupo de niños franceses en la montaña, donde todo es helado y silencioso y donde sobran los motivos para tener miedo.Quien cuenta la historia, el narrador omnisciente agazapado tras la espalda de ese niño, que absorve también sus pensamientos y su confusión de los ocho años, quiere decirle al lector que debe ser él quien no se descuide cuando esté sólo, cuando pierda de vista a sus hijos, por si acaso.Lo terrible siempre sucede y el mal, acaba manifestándose. Quien mejor lo sabe es quien lo practica.La vida de Nicolás antes, durante y después de esos días en la nieve, será la que le corresponda. Puede que lo inquietante sea enterarse de que, pase lo que pase y aunque no suceda nada y continúe nevando, nadie pueda protegerlo de aquello que el niño ya sabe, porque ya se lo han contado.