Revista Series
Hacía tiempo que no me enganchaba tantísimo a una serie, tras acabar Lost y Los Tudor, mi nueva obsesión se llama Mad Men. Y ya tardaba, porque es una serie increíble, de lo mejor que he visto en tiempo y que os recomiendo a todos para que le echéis un vistazo. Mad Men se sitúa en el Nueva York de principios de los 60. En concreto, la serie se centra en una agencia de publicidad de lo más competitiva, Sterling Cooper. Allí conocemos a un variopinto grupo de trabajadores: ejecutivos, creativos, secretarias... y además de seguir su día a día en la agencia, conocemos a sus familias y relaciones personales. El protagonista es Don Draper, un hombre que parece tenerlo todo, con éxito profesional como publicista, una hermosa mujer y dos hijos, pero que esconde un secreto, así como un par de amantes de las que su mujer no sabe nada. Ésta es la hermosa Betty, el ama de casa perfecta y adorable que cumple todos los deseos de su marido, pero debajo de esa aparente felicidad y perfección parece que está pasando algo. A su alrededor giran numerosos personajes a cual más complejo: Pete Campbell, un joven ambicioso que desea desesperadamente hacerse con el puesto de Don al precio que sea, y que está metido en un matrimonio de conveniencia; Peggy, la nueva secretaria, que resultará ser menos ingenua de lo que parece en un principio; o mi favorita, Joanie, la jefa de secretarias, quien consigue salir adelante en un mundo machista dominado por hombres. La actriz que interpreta este papel es la guapísima Christina Hendricks, que con sus escandalosas y exhuberantes curvas ha revolucionado al anoréxico mundo del cine y la moda. A pesar de que ella misma ha comentado que hay muchos diseñadores que no quieren enviarle ropa para los eventos a los que tiene que acudir, porque no cabe en una talla 36, ha sido elegida por la revista Esquire como la mujer más sexy del momento, un título más que merecido.
Mad Men ha ganado numerosos premios, entre los que destacan tres Globos de Oro y nueve premios Emmy. Lo que más llama la atención de ella es la perfectísima ambientación, tanto de decorados, como de vestuario o personajes, que realmente consiguen meternos en el Nueva York de los 60. Pero es que además, cuidan detalles que en otras series obviarían por completo. Por ejemplo, los protagonistas masculinos no son los prototípicos actuales, ni siquiera han buscado que sean excesivamente famosos o guapos, sino que además de ser buenos actores, encajen con cómo eran los hombres en esa época; mejor es aún en el caso de las mujeres, ya que pocas de las actrices de la serie son delgadas (en esa época no se llevaba nada pese a que quieran convencernos de que sí en algunas películas). Otro aliciente de la serie es que asistimos al proceso por el que los publicistas consiguen un eslogan o una imagen que venda el producto, todos los casos son de marcas reales, como por ejemplo el de Lucky Strike y su eslogan It´s toasted! que aún puede encontrarse en sus cigarrillos. Un eslogan que nació al prohibirse que los médicos apoyasen campañas publicitarias de cigarrillos diciendo cosas como que era bueno para la salud o que curaba la tos. Además del tema de la publicidad se hace un repaso a la historia y a la sociedad de la época: la llegada a la presidencia de Kennedy, el machismo imperante, la incorporación de mujeres a puestos de responsabilidad, el rechazo a las mujeres divorciadas, la dificultad a la hora de conseguir la píldora u otros medios anticonceptivos, el movimiento beat encabezado por el escritor Jack Kerouac, el furor por Elvis... Y cómo no, una extraordinaria banda sonora con canciones de la época. Sin duda, Mad Men es una apuesta segura.