Revista En Femenino

Una serie de catastróficas desdichas.

Por Vanesapp

Una serie de catastróficas desdichas.¿No os pasa?

¿No hay semanas en las que parece que todos los astros, maldiciones gitanas, conjuros de meigas. santeros y hechiceros malignos se conjugan para hacerte la vida imposible?

¿No hay días en los que parece que Saurón, Gárgamel, Valdemort, La bruja Morgana y toda su pandilla de malosos son tus compañeros de mesa y te están poniendo la zancadilla?

Pues de esas, aquí una servidora, tiene a puñados.

Y es que cada vez que se se va #Elmaridode una semana por motivos de trabajo, algo de esos poderes del averno llegan a casa porque sé, SÉ que algo va a pasar. Lo sé.

Esta semana, de nuevo, mi marido está fuera. El viernes cojo un avión a las dos de la tarde. Se me ponen enfermos dos. Hay tareas y exámenes. Hay extraescolares. Llevar y traer niños chorrocientas veces al día. Me invitan a varios eventos mega chulos en Madrid a los que tengo que decir que no por enésima vez. Mi media de sueño son 4 horas. No deja de llover. No se seca la ropa. Sigue llovendo. Siguen ensuciando. Se estropea la calefacción de la habitación de los pequeños. Se me quema la sopa. Se me acumula el trabajo que no puedo sacar porque tengo tres criaturas que pasan 19 horas al día conmigo. Hay que sacar a la perraza de 40 kilos. Hay que hacer compra. Ir a la farmacia. Más lavadoras. La casa en general. Jugar. Agonizar en el sofá un rato porque te acaba de bajar la regla (algo que en mi caso es incapacitante). Hay que comer, asearse, esas cosillas...vamos, lo que viene a ser el caprichito de vivir...Esta está siendo mi semana. Y yo que me lo quería perder...

Han sido tantas, pero tantas veces, en las que he pasado por esto que, la angustia y el estrés, sobre todo este último, no es que desaparezca pero sí aprendes a gestionarlo de otra manera. Quizás menos ortodoxa, menos de madre devota pero oye, hay que sobrevivir y sólo los más fuertes lo logran. Es la guerra. La selección natural en su concepto más purista.

Se ponen enfermos, uno, dos, los tres, uno y tres, uno y dos...todas las combinaciones de "itis" y de niños, sin repetición posibles se me han dado. Ahora, apáñatelas para llevar a médicos a una tropa con la resistencia de #Eldecasi9 que dice que sí, que si quieres salir de casa y romper su rutina que lo hagas tú. Que él se queda tan rícamente viendo los dibus. Y que si hay que salir ha de ser a rastras.

El tema enfermedades = ausencia paternal = soledad maternal es un must have. Me toca a mí sí o sí. ¿Emanaré alguna especie de energía negativa infecciosa? (Nota mental: he de hacérmelo mirar)

Antes salía corriendo a urgencias.

Ahora a no ser que la pus les salga por las orejas, el termómetro no marque más de 38'5 (o 39 o...), tengan una diarrea de campeonato...solventamos la situación con nuestros aliados.

Dalsy y Apiretal, decid hola chicos...

Centro de salud colapsado 0 =Mamá 1

Las extraescolares. Que por aquí hay una jovencita que tiene clase de rítmica y prácticamente se arrastra suplicando que quiere, necesita ir, y te da tanta pena que la llevas. Son 4 días a la semana. Y de nuevo, #Eldecasi9 que no, que no quiere. Ya os comenté que su rigidez cognitiva nos tiene limitados y es toda una historia. Llevar a su hermana a clase es una carrera de fondo con muchísimos obstáculos.

La experiencia es tal que calculas una hora menos de vida por día en tu cronograma vital.

Así que hemos decidido que ella elige un día en el que no va a ir, que suele ser el día en el que la hora nos viene peor a todos. Son pellas consentidas.

Que si el otro tiene talleres de juegos tres días (evidentemente hay algunos que coinciden a la misma hora que su hermana, como no podía ser de otro modo), y se lo pasa tan requetebien en el "campamento" que quiere, necesita ir (aquí todos "necesitan" algo).

Pues ala, todos en amor y compañía a dejarlo y luego todos en amor y compañía (bueno, poco amor a esas horas ya), a recogerlo.

Pues ahora, de un tiempo a esta parte lo que hago es dejar a la mediana a cargo del mayor porque el taller está como a tres minutos, y así bajamos los dos en una carrerita. Que es cruzar la calle y ya.

Estrés mortal de necesidad 0 = Mamá 1

Otro tema que no falla cuando su padre se va es que, si de normal duermen mal, ahora duermen peor. (Nota mental = esto también he de hacérmelo mirar).

No voy a entrar en lamentaciones porque lo que consigo es un cabreo monumental. La cuestión es que a horas anglosajonas ya están dormidos y una servidora se encuentra dormitando sin darse cuenta, dando cabezadas mientras les hecha el puro y la aburrida moralina de siempre en la que les regaña por levantarse a horas inhumanas y las consecuencias y bla bla bla...

Y claro, no es lo mismo cuando hay otro adulto para compartir esa tarea.

Sacas fuerzas de donde no hay para hacer una tortillita, un pescado... Y, el 99% de las veces se queda en el plato. No way. No pueden.

Al final, merienda potente para el pequeño en sus talleres, merienda mientras hace las tareas para la mediana y sopita o leche de soja con bizcocho el mayor. Que salga el sol por Antequera, que son unos días nada más y no hay forma de que abran los ojos para comer ni de que tú tengas fuerza motriz para levantar una sartén.

Peleas por cenas horrorosas e insomnes 0= Mamá 1

Una serie de catastróficas desdichas.
Que se estropee algún electrodoméstico o cacharro es de recibo. Es la Ley de Murphy y la madre que la trajo. La calefacción de los peques a tomar por saco. Hace contacto y no puede enchufarse. Y no es que vivamos en Siberia, pero un 80 o 90 % de humedad, cuando ha llovido, en casas antiguas sin aislamiento hacen que haga mucho, pero mucho frío. Yo paso más frío que en Madrid, qué queréis. Allí me abrigo y no me cala, y mi casa sí está aislada...

Además, como parece ser que en esta familia los niños le tienen alergia a los nórdicos, ya que jamás en la vida se han tapado ninguno de los tres, pues nada, a dormir con las batas y con todo lo ponible.

¿Cómodo? Pues no sé, ellos dirán, no ponen mucha resistencia cuando se las enfundo dormidos.

Frío glaciar y Murphy 0 =Mamá 1

Y bueno, mañana es la gala de la entrega de premios Bitácoras. Tener que coger un avión en otras circunstancias me tendría emocionada. A estas alturas, sin embargo no he podido preparar nada, ni arreglarme el pelo, mirar ropa, apañarme la cara...Que comparado con todo son frivolidades prescindibles. Así que nada, haré viaje relámpago mega dopada, pidiéndole perdón a mí hígado por los chutes que me voy a meter, pero mis ovarios me la tienen jurada y finalista en premios como este se es una vez en la vida. Que me perdonen por las ojeras, pelos de loca y cara de ...no hay término para describir mi cara menstrual llena de granitos y manchas....

Como ya he comentado, el padre de las criauras vuelve mañana por lo que he tenido que reservar el vuelo de las dos de la tarde. Dado que llego a Madrid a las 4, y las acreditaciones son a partir de las 6, y he de ducharme, cambiarme y dejar maleta, y mi casa está a una hora...pues sí, ando haciendo cábalas imposibles y recriminándole al dichoso don de la ubicuidad el porqué no se hace presente de una vez por todas...así que ¿nervios yo?????

En fin, que sí, una serie de Catastróficas desdichas que se repiten una y otra vez. Mañana por la tarde acabará mi calvario, hasta la segunda semana de diciembre.

Lo bueno de esto es que el fin de semana será mío, huelga de brazos caídos, nada de cocinar, de sacar perros, de sacar niños, porque ese padre en la lejanía se encuentra con un reconcome y deseando apoyarme de la mejor manera posible, y esa, amigos es dejándome vaguear la vida loca.

Tiene su punto saber qué pasará la próxima vez, no sé si hacer una porra que lo mismo me forro...

¿Y vosotros?¿Os odia Murphy?¿Creéis que me romperé una pierna o algo así?


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