¿A quién se le ocurre llevar niños pequeños a un lugar donde se van a desarrollar actos violentos?
¿A quien se le ocurre llevar niños pequeños para intentar quebrar una frontera de una zona de guerra?
Es obvio, a unos fanáticos, a unos psicópatas, o a unos dementes.
La infancia es lo mas sagrado que hay y el antisionismo y el nacionalismo palestino no tienen problema en sacrificar a sus más pequeños. Por desgracia esta patente violacion de los derechos mas elementales de la infancia palestina por sus propios progenitores no es motivo de condena por aquellos que, en Occidente, se autocalifican de amigos del pueblo palestino.