Revista Sociedad

¿Una tacita de café?

Publicado el 18 noviembre 2014 por Salva Colecha @salcofa

Todos los días nos levantamos y nos acercamos, reptando, hasta la cafetera para tomar una taza y ser cafe mundopersonas, a mí por lo menos me pasa. A mitad de mañana salimos corriendo a tomar otra y nos encanta quedar con amigos alrededor de un par de tazas para charlar y ponernos al día. Hablo del café, uno de los mayores mercados del mundo, negro como el petróleo y negro como la historia que tiene detrás y que muchos no nos hemos llegado a plantear.

Cada año se consumen, así a ojo, más de 500 mil millones de tacitas de café y resulta que en ese cafetito trabajan unos 125 millones de personas, y la producción no deja de subir. Dicen que hasta China está empezando a sustituir el Té por el oro negro.

¿Qué hay detrás de todo esto? Resulta que 1989 el negocio del café saltó en pedazos, al derogarse el Convenio Internacional del Café. El mercado se liberalizó y todo cambió, algo así como en nuestro mercado de las telecomunicaciones.

El caso es que el café en si mismo no es algo caro, el precio de la taza en el bar de la esquina ronda el

la bolsa wall street analistas de ocio
euro en España (¿verdad, señor Zapatero?) y en los países del primer mundo llega más o menos a los tres. El precio de los 250gramos del café de oferta del súper, está sobre un 1,50€. Hasta ahí vale pero, y empieza lo bueno, en Wall Street y Londres, que es donde están los tiburones que deciden el precio de las materias primas, el café se cotiza a unos sorprendentes 30 céntimos. Esto hace que, si te paras a pensar, algunos se están poniendo las botas y no son precisamente los tostadores (como mi amigo @camilomonzo, al que he de dar las gracias) a quienes en los últimos 8 años se les ha subido el precio más del doble, ni al señor de la cafetería que aguanta tus malos humores
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mañaneros. El caso es que si te paras a hacer cuentas, solamente un 1% de lo que cuesta el café llega, con un poco de suerte, al productor y de eso la cantidad que llega al que se deja la piel en el cultivo podemos suponer que “tiende a 0” como diría mi profe de mates, ridícula e indignarte. El negocio de las grandes multinacionales se resume en que si se explota mucho, pero mucho, a los trabajadores el beneficio será mayor.

Los campesinos que trabajan en las grandes zonas productoras iberoamericanas de café, donde cada vez se planta más Robusta  y menos Arabica por ser más fácil de cultivar, suelen ser

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indígenas que trabajan de sol a sol (literal) por una miseria. Algunos no tienen ni siquiera un techo, otros viven en las cabañas del patrón, al estilo de los algodonales de la época de “La cabaña del Tío Tom” pero en el Siglo XXI. Cobran entre 3 y 5 euros a la jornada de trabajo agotador e insalubre por estar
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todo el día entre pesticidas y productos químicos de los que se utilizan para hacer crecer las plantas pero que les provoca intoxicaciones, enfermedades e incluso la muerte. Trabajan a destajo, al peso, cuanto más te deslomes acarreando granos más cobras, esto hace que se suelan acompañar por la familia para poder recolectar más cantidad lo que ha hecho que la producción del café se haya transformado en uno de los oficios con mayor tasa de trabajo infantil mientras los países desarrollados miramos hacia otra parte.

En septiembre de 2013 se celebró en Cancún una reunión de la Organización Mundial del Comercio donde los países desarrollados no aceptaron las peticiones de los pobres (para variar), especialmente la UE. Solicitaban la posibilidad de unos acuerdos para poder mejorar la vida de los productores, pedían la subida de los precios para mejorar la vida de los trabajadores. Al final, como todo está por la nubes, los agentes de bolsa subieron el precio pero los dineros no llegaron a los que lo necesitaban.

La actual situación ha provocado paradojas como que Colombia importa café, Juan Valdez ha cogido

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su mula y ha emigrado porque aunque tienen más café que nadie les llega de fuera. Sus tierras han caído en manos de multinacionales que optaron por la cantidad en lugar de la calidad, plantaron café no originario de Colombia y empezó la explotación. Otra curiosidad, Vietnam es el segundo productor de café por una irónica casualidad. Os cuento, durante la guerra del Vietnam USA aniquiló zonas del país con el famoso “agente naranja” y al final resultó que el inhumano potingue de las narices era un excelente abono que lo hace crecer a velocidades alucinantes.

La verdad es que la solución es difícil pero puede intentarse la propuesta en Cancún, si pagásemos unos céntimos más por una tacita (haría falta subir unos euros más, pero total por pagar una cosa más entre las miles que pagamos ya que más da), igual conseguiríamos que estos millones de personas pudiesen vivir un poco mejor. ¿Pero nosotros pagaríamos más por una taza de café? Igual si aunque a mi, con lo cafeitomano que soy me arruinaría. Pero, ¿Las multinacionales resistirían la tentación de quedarse con más beneficios? Ahí está el problema.

Organización Internacional del Café

Mercado Futuros Precios de Materias Primas en Tiempo Real

Los precios del café seguirán subiendo por déficit de mercado

ONGs denuncian explotación infantil en la cosecha del café en Honduras

Un llamado hizo la Organización Internacional del Café a los ministros asistentes a la OMC en Cancún para avanzar en la eliminación de obstáculos al comercio de productos básicos.

Organización Mundial del Comercio

http://www.wto.org/spanish/res_s/booksp_s/anrep_s/anrep13_s.pdf


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