Una tarde con Patricia: album comentado de una tarde estupenda

Fotos y comentarios del evento “Una tarde con Patricia”, con la presencia de la autora Patricia Sutherland, celebrado el sábado 11 de mayo de 2013. 19.00 hrs. Libros28. c/Villafranqueza, 16. San Vicente del Raspeig. Alicante.

Ya había estado aquí. Hacía catorce meses. Entonces, también era sábado, pero yo era más desconocida que ahora para las lectoras y una zona especialmente castigada por la crisis estaba convocada a una gran manifestación en Alicante. Resultado: fue casi, casi una presentación de tipo familiar.

En esta ocasión fue totalmente diferente. Llegué en punto y ya había gente esperando. Y siguieron llegando lectoras ¡y lectores! y aquello se llenó. Iba preparada -lo estoy desde aquella primera vez, por suerte- para que mi vista deambulara por un paisaje de sillas vacías mientras hablaba, y fue toda una experiencia hacerme un lío con los nombres y las caras. La mayoría de los presentes habían leído Princesa, una parte también conocía mi serie Sintonías. Una pequeña minoría no había leído ninguna de mis novelas, pero habían oído hablar (bien) de mí y por eso estaban allí. Fue increíble.

A Rosa, la dueña de Libros28, que es un encanto de mujer y una de esas libreras de la vieja escuela, que remueven cielo y tierra hasta encontrar un libro que una cliente le ha pedido, la felicidad le salía por los poros. ¡Lo pasó tan mal en mi primera visita a su tienda, que ahora era una sonrisa con piernas! Al acabar el evento, cuando nos quedamos solas, me dijo: “Esta es tu cosecha, Patricia”. Cierto. Pero en esta vida, nada se consigue sin la colaboración, la implicación y el apoyo de tantísimas otras personas, de las que la mayoría de las veces no sabes ni siquiera el nombre. Y en mi caso, el apoyo y el cariño han sido inmensos. ¡Gracias a todos!

Y por supuesto, agradecimientos especiales a Rosa Pastor por abrirme las puertas de su librería nuevamente y hacerme sentir como en casa; a su hijo, por las fotos y por el precioso cartel que preparó para mí; a todos los asistentes por desplazarse hasta allí y dedicarme su tiempo y su interés; y a las lectoras que os habéis dedicado a recomendar al “yogurín” a diestro y siniestro. No doy nombres porque no quiero olvidarme de ninguna, pero vosotras sabéis quiénes sois (y además os lo dije personalmente). ¡Gracias, gracias, gracias por una tarde realmente fantástica!

Nota: las fotos son escasas porque, como siempre, me acuerdo de ellas cuando me relajo -o sea, ¡al final!- y para entonces, parte de los asistentes ya se habían marchado.