Si bien la propuesta marplatense abarca varios rubros, la conjunción entre mar y playa es la que más público convoca al menos como destino turístico. Y las razones para ese idilio expresado por los turistas no es casual ya que la costa no sólo es extensa sino que además cuenta con innumerables playas para todos los estilos y de todos los niveles.
En este posteo les dejo algunas imágenes que tomé mientras hacía una caminata desde la Playa Bristol hacia Playa Grande. Al pasar por Playa Chica me encontré con un paisaje y una serie de situaciones bastante diferentes a las que se pueden ver en otros lugares de la costa, así que ahí prendí la cámara, y haciendo uso del lente largo fotografié algunas situaciones que definen por que habría que elgir Mar del Plata para descansar unos días.
Este señor y señora encontraron en Playa Chica un espacio aislado de los grandes amontonamientos que se producen en el centro y decidieron instalar allí la sombrilla. Como verán, la gran extensión de arena indica la amplitud de la playa y su lejanía al mar, lo cual la hace un lugar de privilegio para aquellos que toman la playa como sitio de descanso y no para bañarse o tostarse en peligrosas y soleadas horas pico.
Algunos metros de donde se encontraba la pareja, una niña y su grupo de amigos salta en una cama elástica a escasos metros de la playa. La propuesta es más que interesante, por que mientras los padres están en el mar, los niños pueden quedarse en la orilla de la playa jugando en los distintos entretenimientos (la mayoría de ellos incluídos en el precio de la carpa o la sombrilla).
El verano es playa, la playa es sol y el sol invita a tragos. Allí mismo se pueden encontrar diferentes chiringuitos de playa en los que se pueden tomar diferentes tragos (generalmente de origen brasilero) disfrutándolos al borde del mar o tirado en la arena.
Y en muchos de ellos la propuesta alcohólica se extiende a platos rápidos para comer en la playa
Otra de las actividades que se han puesto de moda en los últimos años son las clases de diferentes deportes náuticos. En este caso se puede ver a un niño tomando una clase de surf junto al profesor que lo observa y aconseja las diferentes formas de sostener la tabla antes de subirse en ella. Todas esas actividades se pueden contratar directamente allí (en las diferentes playas se encuentran los ofrecimientos, generalmente, por parte de los instructores) y los precios varían según sea la actividad y también según la ley de oferta y demanda.
La charla y el relacionarse con el otro son los deportes que más se desarrollan en la playa. Acompañada por un mate y ya sea con amigos de siempre o con los que se hacen allí, la conversación de modo relajado (y enmarcada con el fondo marino) es quizás el mayor placer que experimentan los viajeros y turistas cuando se encuentran cara a cara con el mar.
Desde cualquiera de los puntos en que se encuentren en la caminata podrán ver los edificios de la costa en todo su esplendor. Cuando estén frente a ellos tendrán la postal más clásica de la ciudad, verdadero ícono en la cultura argentina.
Como verán, una tarde junto al mar, ya sea a través de una caminata o bien poniéndose al resguardo de alguna carpa o sombrilla es una de las actividades que no pueden dejar de hacer si están en la ciudad feliz.