Revista Libros
"El lado frío de la almohada" de Herminio Cardiel Martín
Estaba yo en casa meditando las palabras del atractivo Ministro sobre el cine español.
No es que dude de la sinceridad de sus palabras, ya que siempre han demostrado ser gente sincera y honesta, pero quise comprobar si el cine español es tan mierda y malo como dice el hombre ese de infinita coherencia.
Casualmente, ayer en mi ciudad, se celebraba una muestra de cortos de realizadores castellano-leoneses (o que han rodado en estas tierras) amparado por la SEMINCI. Presto me acerqué por la tarde a tal ocasión, además era gratis.
Se celebraba en la Facultad de Derecho, yo era más de frecuentar el bar de enfrente para jugar al mus, pero pude localizar la sala con tiempo suficiente. Por cierto, el sonido de la misma resultó ser una mierda antológica, en alguna obra tuve que ayudarme de los subtítulos en inglés, con eso digo todo.
Eran cinco cortos, cinco obras de gente con ganas de comerse el mundo, eso ya me sugiere el mayor de los respetos.
A posteriori puedo decir que me gustaron cuatro.
Los cortos en cine son como los relatos breves de los escritores, te indican fiablemente como puede desenvolverse el autor en empresas mayores. Son tarjetas de presentación y como tales hay que tomárselos.
En la presentación del evento me llamó la atención la forma de expresarse de cada realizador, concordando perfectamente cada uno con su obra después expuesta.
El primer corto se llamaba "3665" de Miguel Ángel Refoyo.
Es una obra futurista, pesimista, de acción y con estética de videojuego. Me gustó. Destaco el aspecto y las maneras del protagonista (Raúl Prieto) que me hizo creíble el personaje. Muy buena fotografía, dominio grande de las sombras, buen sonido y buen ritmo. Muy buena localización.
El segundo fue "¿Demasiado Corazón?" de Jorge Villa Romero.
El locuaz director hace una obra muy divertida, bien interpretada, con planos muy al estilo de Javier Fesser en cualquiera de sus películas o spots.
Los actores principales me encantaron (Sixto X. García y Blanca Fraile). Además contaba con Leo Harlem que siempre aporta su toque personal. Maravillosa continuidad de planos. Recomendable.
El tercer corto fue la decepción de la noche."Los dinosaurios ya no viven aquí" de Miguel Ángel Pérez Blanco.
Primero, tengo que resaltar que el discurso de presentación de la obra fue más largo y aburrido que la misma, y eso es mucho decir. Es la típica cosa hecha por el típico realizador que se cree un genio porque cree que innova y hace algo super-mega-guay y acaba realizando esto. Se me hizo muy muy muy largo, siendo un corto. Un pestiño insoportable y carente de sentido con diálogos absurdos y planos que provocaban mareos.
Lo bueno de este corto es la fotografía, muy buena, algo de la banda sonora y la interpretación de la actriz principal Iria del Río. Creo que apunta a grande de la escena española, llena la pantalla y tiene una belleza serena y una expresividad que es difícil de encontrar. Su compañero de escena era..."cansino", por ser generoso. Desentonó de manera clara con los otros cuatro compañeros de sesión. Prescindible.
El cuarto corto era "El lado frío de la almohada" de Herminio Cardiel Martín.
Seguramente sería el corto que yo hubiera hecho (o intentado) si fuera realizador. Me gustó la temática,, la perspectiva de los planos, la actuación de mi deseada Irene Visedo y del gran actor Antonio Velázquez además de la continuidad con la que se desarrolla la historia, que creo que es muy favorecedora para el disfrute de la misma. Es una comedia agradable y amena. Si este corto es una muestra de la forma que tiene su director de ver el cine solo puedo decir que me gusta, mucho. Entretenida.
El quinto corto era "Lo sé" de Manuela Moreno.
Dinámico, inteligente y muy ameno. Buena estructura y buen uso de los flashbacks. Humor del bueno.
Esta realizadora lleva unos cuantos cortos hechos y pide a gritos la oportunidad de dirigir un largometraje.
La interpretación de esta obra es muy buena, el protagonista masculino ,Rafa Ordorika ,es una amalgama magistral de gestos y tics que logran que empatices con su personaje. La actriz femenina, Olga Alamán, es una preciosidad con maneras y posibilidades. Si huye de los papeles típicos de mierdas como "Mentiras y Gordas" (o similares) será una gran actriz. Una delicia poder ver obras como esta.
En resumen, me fui muy contento a casa. Buenas obras, buen futuro.
Creo que puedo ser un buen guionista de cortos, es otra conclusión que saqué.
También pensé que quizás el guapísimo y sincero Ministro no tenga ni puta idea de este tema tampoco. Me reconforta ver que queda ingenio y ganas de contar cosas entre los jóvenes realizadores y que no todo son las historias repetidas e insulsas del sobrevalorado Almodóvar.
¡Larga vida al cine! , nos permite soñar y eso es siempre vital.