Mas o menos recién llegado de Camboya, y con los sentimientos e impresiones alborotadas por ahí dentro, en espera que se vayan poniendo en fila y que sea capaz de irlas destilando en forma de entradas en el blog, me ha parecido una buena idea rescatar este post de hace tiempo sobre una taza que puede hacer magia a distancia. Una magia que puede ayudar a un buen puñado de #healthworkers a realizar mejor su trabajo de guardar sueños y dar esperanza a niños en Camboya o en otras partes del mundo.
Al principio, según la ves, te crees que es una taza cualquiera. Una taza donde echarás café, o Te, o agua. Una taza más o menos bonita que te puede acompañar en la oficina o en casa. Pero si vemos un poquito más allá de lo que parece, es una taza mágica. Tiene la magia de hacer que ayudes a cumplir sueños a distancia. Es la Harry Potter de las tazas, un Merlín con asa, un David Copperfield rojo y con letras blancas. Bebes un café con leche, y ayudas a los niños de Haiti a superar el trauma que está punto de derribar su futuro. Calientas agua para un té, y un niño de Pakistán, afectado por las inundaciones, tendrá un pelín más de esperanza.
Ya se que no es una magia de esas de la ostia, de las que parece hecha con los efectos especiales de Matrix. Pero es una magia buena, limpia, de hada, de ilusión. Una magia que puede dar sentido a beberse un café cada mañana en ella. Y eso, amigos, no lo puede decir cualquier taza. Haz magia, pulsa en la foto.
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