Ya os enseñamos en unos de nuestros posts esta preciosidad de telefonera-revistero que adquirimos no hace mucho. Lo cierto es que estaba en muy malas condiciones, por lo que, a pesar de que nos gustaba en su estado original, no hemos tenido más remedio que "arreglarla".
Aquí podéis ver cómo se encontraba la base de hierro...
y cómo la dejamos tras un buen frote con vinagre y lana de acero fina.
Cubrimos toda la estructura con una buena capa de imprimación (gris, porque era la que teníamos en ese momento en el taller).
Las piezas de plástico de las patas que protegen el suelo de arañazos tampoco estaban en muy buen estado y tuvieron de ser sustituidas.
Así como el canto del sobre de nuestra telefonera, de plástico duro, muy usual en muebles de cocina setenteros ...
No encontramos repuesto similar, así que con nuestra plancha y los cantos adherentes color madera ¡nos apañamos pero que muy bien!
Y si no, para muestra un botón...
Ahora toca pintura... Un suave rosa vintage fue el elegido para esta renovación.
Color que aquí podéis ver más en detalle.
Patitas nuevas.
Y el papel elegido para hacer el decoupage (cuya foto sobre el proceso hemos borrado tan ricamente...). Su dibujo, que no sabemos muy bien cómo definir, nos enamoró nada más verlo, y tuvimos claro que iba a ser el protagonista de nuestra telefonera.
Todavía nos seguimos preguntando para qué será esta arandela situada en uno de los laterales...
A pesar de su aspecto renovado, sigue teniendo todo su aire retro, ¡y con mucho encanto!
Con este "antes y después", nos vamos a un doble cumpleaños, los que celebra nuestra amiga Anna Llansa, y al que no podíamos faltar, para acompañarla y festejar con ella un momento tan especial.
Así como a nuestra ineludible cita de los Findes frugales, con Marcela Cavaglieri,y todas las demás blogueras con las que, cada fin de semana, compartimos inspiración.
¡Feliz fin de semana!