
El contrato compromete al Rey a mantenerse vinculado al país durante un año más pero no incluye ninguna cláusula de rescisión porque “hasta el momento ningún otro palacio se ha interesado por él, dado el estrecho vínculo que le une a nosotros desde que empezó desde abajo, en la cantera”. Algunos analistas critican el excesivo conservadurismo de la Casa Real en una época que pide cambios en la plantilla. Don Juan Carlos promete “rendir al máximo y estar a tope porque no hay rival pequeño”.