Revista Libros

"Una temporada para silbar" de Ivan Doig

Publicado el 06 noviembre 2012 por Marianleemaslibros

Cuando Paul Milliron (61 años), inspector de Educación Primaria, recibe el encargo por parte de las autoridades competentes de cerrar las pequeñas escuelas rurales de Montana, comienza a recordar y nos narra en primera persona, lo acaecido durante esa "temporada para silbar", en su pueblo natal, Marías Coulee, durante el curso escolar 1909-1910.
¡Con cuanta nitidez lo evoca todo...!
Acababa de cumplir trece años y hacía pocos meses que habían enterrado a su madre, cuando su padre Oliver, consciente del caos hogareño que les envolvía y de sus pocas mañas para las tareas domésticas, decide contratar a un ama de llaves.
Los tres hermanos (Paul el mayor, Damon y Toby, el más pequeño con 7 añitos) reciben la noticia con una mezcla entre escepticismo y alborozo.
"No cocina pero tampoco muerde", así reza el anuncio en el que Rose Llewellyn, una "viuda de buenas costumbres", procedente de la lejana y sofisticada Minneapolis, se ofrece para dichos menesteres.
Pero Rose no viene sola. Le acompaña su hermano Morrie, un sabelotodo que será elegido por la junta escolar para sustituir a la maestra, cuando ésta se fuga con el predicador en pleno curso.
Los dos consiguen hacerse un pequeño hueco en las vidas y en el corazón de los habitantes de Marías Coulee, pero sobre todo de la familia Milliron.
Ella con sus silbidos, llenará de alegría, de esperanzas y de expectativas renovadas el hogar de nuestra familia protagonista "Rose era una mujer que trabajaba silbando. Era un silbidito que apenas se distinguia en el silencio, como si fuera el de un fantasma. Una cosquilla minúscula, la mas tenue musica que podia franquear los labios, pero flotaba por todas partes".
Y por otro lado, Morrie, con su gran sabiduría y mano izquierda, sabrá como ganarse a los niños, estimularles en su aprendizaje y sacar a la luz el genio oculto escondido en cada uno de ellos.
Pero a veces las cosas no son lo que parecen... O ¿sí?
¿Se quedarán definitivamente los dos hermanos en Marias Coulee? ¿Llegará a ser Rose algo más que una ama de llaves para Oliver y los niños? Ivan Doig, considerado uno de los mejores cronistas del Oeste americano, nació en 1939 en White Sulphur Springs (Montana), en el seno de una familia de colonos y rancheros de origen escocés.
Tras la prematura muerte de su madre fue criado por su padre y su abuela en diferentes ranchos del estado, pero sin abandonar nunca Montana, fuente constante de inspiración para la mayoría de sus novelas y ensayos. Doig, graduado en Periodismo y en Historia, ejerció como granjero y trabajó en el Servicio Forestal antes de convertirse en editor y colaborador habitual de periódicos y revistas.
La primera novela, "This House of Sky: Landscapes of a Western Mind", (1979), un texto autobiográfico inspirado en sus años de juventud, fue finalista del National Book Award. Después escribió una larga lista de obras, narrativas y de no ficción, inspiradas en su mayoría en la vida rural de Montana y en sus imponentes paisajes.
Cabe destacar las tres novelas que componen la Trilogía McCaskill ("English Creek", "Dancing at the Rascal Fair" y "Ride with me, Mariah Montana"), un complejo ciclo novelesco que abarca cien años en la historia del estado de Montana.
Pero de todas ellas, "Una temporada para silbar" (escrita en el año 2006 y publicada por la editorial Libros del Asteroide hace poco, en 2011), ha sido la única que ha visto la luz en nuestro país.
Esta novela fue una recomendación de una usuaria de mi biblioteca. La devolvió encantada diciendo que le había parecido una lectura muy optimista y que le había transmitido muy buen rollo.
¿No os sucede a menudo, que según vuestro estado de ánimo, en un momento u otro, os apetece un tipo determinado de lectura? Pues justamente lo que yo necesitaba en esos momentos era pasar "un tiempo silbando", algo que me hiciera sonreír…
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Sí, me ha gustado y recomiendo este relato distinto, ambientado en Marias Coulee (Montana), un bello paraje al pié de las Montañas Rocosas, donde el autor nos ofrece unos personajes a mi parecer entrañables, que te llegan, en los que consigues meterte, desde el narrador, el propio Paul, hasta el pequeño Toby.
Curiosamente, su pequeña escuela rural unitaria (un profesor y ocho cursos juntos en el mismo aula), es el centro neurálgico sobre el que gira el argumento de toda la historia. Un simple edificio, prioritario en las vidas de los habitantes del poblado y sus alrededores.
¿Lo mejor? Me ha encantado y sorprendido la forma de escribir de Ivan Doig, su prosa tan cuidada con gran variedad de sinónimos y frases tan bien construídas. Además, como bien me dijo la persona que me lo recomendó, el autor ha dotado al texto de un cierto tono irónico que me ha sacado una sonrisa en variadas ocasiones.
En definitiva, un libro que yo también recomiendo por haber conseguido sorprenderme muy gratamente.
 -- Ivan Doig ha sido granjero, ranchero y periodista, pero su debut como escritor ha sido a los 43 años ( ¿Escritor quizás algo tardío? Aunque como bien dice el refrán: más vale tarde que nunca...)
-- No sé muy bien la razón, quizás por la ambientación, el entorno, la época en la que tiene lugar esta historia, a lo largo de la lectura, en varias ocasiones me ha venido a la cabeza la antigua serie de televisión "La casa de la pradera" (que no me perdía de pequeña) y sus personajes.
En el lugar de los tres hermanos Milliron, imaginaba a las tres hermanas Ingalls, montadas en su caballo de camino a la escuela (aunque en la serie iban caminando, atravesando las praderas y no a caballo). A Charles Ingalls como el fabuloso padre coraje Oliver (aunque en la serie, Charles sí tenía esposa) y en el lugar del pequeño Toby, visualizaba a la pequeña Carrie Ingalls, la benjamina. En fin, cosas mías…
-- Además de la escuela rural, otro de los temas reincidentes en el argumento es el Cometa Halley. Morrie, el sabio profesor, ya les avisa unos meses antes de su llegada y todos lo esperan con ávida curiosidad. He estado investigando un poco y como Morrie les cuenta a sus alumnos, el Halley puede ser visto desde la tierra, cada 75 años. 1910 fue denominado el "año del cometa", porque nunca un cometa había causado tanto miedo y expectación. Fue todo un acontecimiento astronómico que casi paraliza el planeta por las leyendas que traía consigo de destrucción y muerte.
Y es que, aquel astro errante con cabellera y cola, se convirtió en el mensajero del fin del mundo. El temor al fin de los tiempos, impulsó a millones de personas, presas del pánico, a asomarse al firmamento cada noche para contemplar hipnotizadas aquella larga figura celestial que desbordaba la noche estrellada. Algunos no superaron el trance y prefirieron quitarse la vida convencidos de que el paso de la Tierra por la cola del cometa, que contiene cianógeno, envenenaría a la humanidad entera. Los mensajes de tranquilidad de los científicos no pudieron evitar los suicidios de una minoría y la congoja de la gran mayoría.
En 1986 se dejó ver de nuevo, pero ya no fue lo mismo. Se espera de nuevo para el 2061. Que lejano parece, ¿verdad?
Paul es un niño prodigio. Lee todo lo que cae en sus manos y siempre va el primero en la escuela. A veces se aburre, pero Morrie consigue incentivarle dándole clases particulares de latín a él solo.
Rose poco a poco va ganándose el amor de Oliver y el de los niños. Aunque durante el transcurso de la lectura nada te hace sospechar que existe algún tipo de relación entre ellos más allá de la estrictamente laboral.
Ya casi al final es cuando suceden las cosas más sorprendentes.
Oliver les anuncia a sus hijos que se va a casar con Rose, que la quiere. La primera reacción de todos es buena, están encantados de tener a Rose entre ellos, en su hogar. Pero todo se complica cuando Paul descubre que no es oro todo lo que reluce, que Rose y Morrie guardan un gran secreto, un pasado un tanto oscuro, que ni siquiera conoce Oliver.
El marido de Rose era boxeador. Su último combate fue amañado por los tres (Morrie, Rose y él). Hicieron trampas en las apuestas para ganar una fortuna. Cuando algunos de los apostantes se enteraron, le mataron. Por eso, Rose y Morrie, que en realidad no se llamaba Morrie y no era su hermano, sino su cuñado, tuvieron que huir lejos con el dinero. El anuncio de Oliver solicitando un ama de llaves les vino como anillo al dedo.
Paul se entera de todo esto, pero cuando Rose le hace saber que ella está de verdad enamorada de su padre, decide no estropearlo todo y callar, con la condición de que Morrie se vaya de Marias Coulee (porque sabe que entre los dos cuñados hubo una relación amorosa)


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