Si las parejas cristianas llegan a entender que el objetivo final de su matrimonio es glorificar a Dios, han tomado un primer paso importante. Luego, si ellas buscan a definir los objetivos secundarios de su unión como se definen en la Escritura, estarán capacitadas para inculcar la instrucción bíblica con respecto a la actitud que deben tener sobre el matrimonio, y para recibir instrucción general y particular en la Palabra de Dios con respecto a sus papeles y deberes en el hogar.

