Hoy os voy a hablar de uno de nuestros últimos proyectos.
Una terraza en pleno corazón de Madrid, de unos 200 m2.
El cliente quería un espacio para que los trabajadores de su empresa pudieran descansar y disfrutar de un café en un ambiente relajante y renovador.
Teníamos como demandas que hubieran muchos sitios para sentarse y también algo de sombra, ya que en esta terraza el sol es intenso durante casi toda la jornada.
¿Dificultades? No se podía fijar absolutamente nada al solado de la misma. Muchísimo viento y casi 400 personas de uso diario.
Era una terraza un tanto cuanto triste la verdad, la gente se sentaba donde podía, y a pesar de las vistas tan bonitas y un espacio tan amplio, el potencial de la terraza estaba totalmente desaprovechado.
Con un formato un tanto cuanto irregular y una pérdida de casi dos metros laterales, debido a que debíamos respetar los raíles de la maquina que limpia los cristales de la fachada, este proyecto nos tuvo echando humo por un tiempo. Ya que, ¿como puedes crear sombra sin fijar nada al suelo? y teniendo en cuenta que el fuerte viento te llevaría cualquier sombrilla desavisada directamente a la M30.
A parte, tener en cuenta que el uso seria bastante diversificado y la intención es siempre que todos y cada uno de lo usuarios disfruten del espacio creado para ellos.
Como siempre, el secreto esta en observar las necesidades de los clientes, buscar soluciones practicas y durables, y sobretodo hacerlo con cariño y dejando parte de uno mismo en el jardín.
Soluciones:
Plantas que con baja necesidad hídrica, una pérgola de galvanizado, forjada dentro de las propias jardineras de obra, revestidas con madera. Tarima, césped artificial, bancos de gaviones, rellenos con leña.
Plantas utilizadas:
Salvia, lavandas, gauras, nepeta, verbena, stipa y sedum. Los arboles son abedules.
Espero que os guste.
Monique Briones
La Paisajista – Jardines con Alma