Una tontería.
Es en lo que muchas veces se quedan las campañas de publicidad tras pasar filtros. Una tontería que es capaz de meterse en la cabeza. Además, a veces, pueden acompañarnos el resto de la semana. Os hemos acercado una breve selección reciente de tonterías varias.
Simples. Sin comeduras de cabeza. No te harán pensar. Dirás: puta mierda. O te alegrará los 10 primeros segundos de la mañana.
Lo absurdo también tiene cabida. Lo absurdo puede ser brillante. No serán recordadas como campañas memorables, ni lo pretenden, pero sí son capaces de removerte por dentro. Capaces de martillear tu buen criterio. Y si las dejas, disfrutarás de ellas como un niño recién nacido disfrutando de los pezoncillos de su madre. La publicidad más básica pero bien envuelta.
Esa publicidad. La del tírame del dedo. Tan vacía pero necesaria. Descansad las neuronas, que es martes.
Tachán: