Pese a que hace ya algunos meses que se respira un ambiente navideño, por las calles decoradas con sus luces y motivos navideños, por los supermercados repletos de productos típicos navideños y por que el consumismo empieza a florecer. Parece que hasta que no empiezan a bombardearnos con los spots publicitarios navideños de las grandes marcas, como que falta algo. Yo, al igual que me ocurre en verano, me pego al televisor para descubrir lo que las grandes marcas nos traen en estas fechas. Ya que son anuncios por lo general, realmente buenos. En estas fechas tan señaladas, como son las Navidades, en las que los reencuentros se suceden, las familias se reúnen, reina la paz y los momentos de añoranza y tristeza van de la mano de los de las alegrías y diversión, estamos especialmente sensibles, y los publicistas lo saben. Pese a la dramática situación que está viviendo nuestro país, en tiempos en los que la desmotivación, la falta de alegría son cada día más patentes entre los ciudadanos de a pie, hay anuncios que hacen que nos olvidemos aunque sea por unos minutos de esta situación y consiguen arrancarnos una sonrisa. Y eso es lo que se consigue con la publicidad emocional. Llegar a la gente, que revivamos momentos claves de nuestras vidas, que nos identifiquemos con el producto, que confiamos en el y en definitiva que los consumamos. Todos recordamos anuncios míticos de estas fechas. Eslóganes, historias, canciones que permanecen en nuestra memoria año tras año. ¿quién no se acuerda del mítico anuncio de Vodafone “Hola soy Edu, feliz navidad”? o ¿de los anuncios de las famosas burbujas de Freixenet?, ¿quién no se ha visto alguna vez identificado con el anuncio del Almendro “Vuelve a casa por Navidad”?, ¿acaso alguien no sabe que el turrón más famoso del mundo es el turrón de Suchard?, o por lo menos eso dice el anuncio y ¿qué me decís de los anuncios de coca cola con sus duendes y Papá Noel? o ¿quién no sabe a estas alturas quién es el calvo de los anuncios de Lotería y Apuestas del Estado?. Esto sólo, por poner algunos ejemplos.
Pero yo sin duda me quedo con los que desde hace un par de años realiza la marca Campofrío. Si en 2011 los humoristas de nuestro país rendían homenaje a Gila con el spot “Cómicos” y en 2012 Fofito nos narraba “El Curriculum de todos”. Este año vuelve a la carga con su spot “Hazte extranjero” campaña emotiva donde las hayas. Pese al pesimismo, a la crisis que vive nuestro país, Campofrío nos recuerda lo bueno de vivir en España, lo que nos diferencia de otros países, nuestro carácter, nuestra forma de ser, nuestra tradiciones y creo que eso a veces es importante, no olvidar nuestros orígenes. “No importa de donde seamos… ni donde estemos lo importante es que nada ni nadie nos quite nuestra manera de disfrutar de la vida”.