En 1989, la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas fue redactada, y se puso en efecto en 1990. Aunque los Estados Unidos, entonces bajo la Administración Reagan, fueron instrumentales en la redacción de los artículos en el tratado, nunca los Estados Unidos lo firmó, junto con otro país hasta la fecha - Somalia.
La intención del tratado es establecer directrices para los derechos básicos del niño. El documento reconoce que los niños son a menudo víctimas de los crímenes más violentos, incluida la violación, reclutamiento forzado, trabajo forzado y otras formas abusos físicos y psicológicos. En esencia, la Convención de los Derechos de las Naciones Unidas del Niño se creó con el fin de dar voz a los menores de dieciocho años y ofrecer protección al grupo de ciudadanos del mundo más vulnerables a sufrir en una escala global.
A otros países miembros de la ONU les sorprende el hecho de que durante los últimos veinte años los Estados Unidos se hayan negado a firmar el tratado. Un artículo reciente de la Voice of America (“US Remains Hold-Out in UN Child Rights Convention”) reporta sobre el más reciente desaire de Estados al tratado. Mientras que el presidente Barack Obama ha llamado "vergonzosa" a la ausencia de Estados Unidos en el tratado, el Senado es quien toma la decisión final. Hasta el momento, la Convención no ha sido presentada para su ratificación.
Entonces, ¿qué nos detiene? Por un lado, los Estados Unidos han sido históricamente reticentes a firmar cualquier tipo de tratado internacional. Aunque el tratado de los Derechos del Niño es aparentemente benigno, los elementos conservadores de todo el país han denunciado la Convención de la ONU como una indicación del poder internacional incidiendo en la soberanía nacional y en los derechos de los padres.
Quienes apoyan la ratificación afirman que la supuesta apropiación de poder del tratado es un concepto erróneo, producto de la distorsión de la politiquería ultra-conservadora. El tratado, en todo caso, afirma los derechos de los padres y subraya la importancia de que los niños sean criados con el apoyo de sus padres, incluso si éstos están separados.
Si bien Estados Unidos ha firmado dos protocolos adicionales en los que se prohíben el reclutamiento forzado y la prostitución infantil, el país todavía tiene que avanzar una decisión acerca del tratado. Algunos en la comunidad mundial han señalado el bien que haría por los niños que sufren alrededor del mundo - especialmente en los países del tercer mundo - si la nación más poderosa del mundo se uniera a la convención.
Sobre la autora:
Este artículo es una aportación de Jessica Cortez, quien escribe sobre cómo obtener grados universitarios en el Internet (Online Degree Programs). Ella le da la bienvenida a sus comentarios en su correo electrónico: [email protected].