Revista Cultura y Ocio
Paradójicamente Una vida a lo grande, una historia que parte de la base de un revolucionario tratamiento médico que permite reducir el tamaño del ser humano hasta que este mide apenas 10 centímetros, ha resultado ser una enorme decepción. Uno de esos casos en los que queda claro que, aunque cuentes con los mejores mimbres y el mejor cestero, el cesto no siempre va a salir bien.La cinta cuenta con un reparto de lujo encabezado por Matt Damon, Christoph Waltz y Kristen Wiig, secundados por actores de renombre en el mundo de la comedia como Neil Patrick Harris o Jason Sudeikis y todos ellos dirigidos por Alexander Payne, responsable de films tan interesantes como Entre copas, Los descendientes o Nebraska.Además, contamos con una idea de partida realmente interesante que podría haber dado mucho, muchísimo juego. En manos más hábiles habríamos podido tener una comedia inteligente con una buena dosis de crítica social. En cambio, lo que tenemos es una cinta tremendamente aburrida y sin gracia que, pasados los momentos iniciales, abandona casi por completo su premisa de encoger a la gente y esto pasa a ser algo completamente secundario que apenas tiene influencia real en el desarrollo de la historia. Todo ello agravado por tremendas lagunas en la historia en la que hay saltos brutales el el tiempo y no tenemos absolutamente ningún tipo de información o explicación de los cambios que se han producido en la vida de los protagonistas.No la recomiendo ni siquiera para pasar el rato. Las pocas escenas que podrían arrancarnos una sonrisa son las que están en el trailer. Y ni así.Nota: 4/10