Una visión de la economía española, 'by Josep Oliu'

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, que lo es del 1999, ha querido recordar en estas fechas que fue ayudante del recientemente fallecido profesor José Luis Sampedro cuando este último impartió unas clases en la Universidad Autónoma de Barcelona en la década de los setenta del siglo pasado. Su recuerdo es de otros muchos: “Sampedro era fundamentalmente una buena persona”.
Desde otra atalaya, en este caso la de la escuela de negocios Esade, integrada en la Universidad Ramon Llull, este financiero quiere dejar claro que su entidad, en contra de la creencia popular, es muy poco catalana, “el 70% de nuestro negocio lo hacemos fuera de Cataluña”. Y es que Banco Sabadell es un banco que está permanentemente de compras desde 1996 cuando adquirió los activos de Natwest en España. Desde entonces no ha parado de expandirse. Es la impronta que ha marcado la presidencia de Oliu.
Este financiero que primero fue profesor universitario, es de la opinión que en países malos no puede haber bancos buenos y que mientras el PIB español no crezca no puede reducirse la tasa de morosidad. Hay que recordar que Banco Sabadell situó esta ratio, a finales de 2012, en el 9,3%. El pasado ejercicio supuso para este banco, un año transformacional, en propias palabras de su presidente ya que con las últimas adquisiciones ha situado a la entidad como la cuarta del sistema financiero español.
Un sector que según él, tiene muy avanzado el proceso de reestructuración siendo los costes fiscales de la recapitalización bancaria bastante más bajos que otros países europeos como Islandia o Irlanda y similares a los belgas o británicos.
Oliu ya trabaja en un planteamiento postcrisis aunque no sabe concretar cuándo llegará. Está convencido que el crédito seguirá sin fluir este año, el próximo y probablemente en 2015. Pero lo aduce a una ausencia de suficiente demanda. El Sabadell se ha planteado en 2013 un nuevo objetivo: crecer en la concesión de créditos en relación con 2012, pero los datos de los primeros meses del año señalan que la consecución de esa meta va ser muy difícil de alcanzar.
Una vez encarrilado el desequilibrio exterior, otro tema que el Estado debe repensar en cuanto se salga de la crisis es la reestructuración del sistema tributario español y una mejora substancial de la eficacia del gasto público que, para Oliu, actualmente es muy mala. Sin embargo, lo que llevará más tiempo es regular otro desequilibrio: el desapalancamiento del sector privado que, aunque ya marca una tendencia a la baja, costará años que vuelva a estar en disposición de volver a endeudarse.
Otro cuestión que le preocupa es el hecho que el Euribor en España no sea una referencia real ya que el riesgo país no se tiene en cuenta por lo que augura la necesidad de introducir esa segunda variable en los contratos para que el coste de la financiación se adecue mejor a la realidad. También considera que se debe regular de manera más ajustada los tipos de interés que se cobran en las cuentas que se quedan en descubierto y que, hoy en día, son excesivamente altos.
Sobre la preocupación social en torno al goteo de desahucios que se está produciendo desde hace meses, reconoce que es un problema social y que se le ha de hacer frente. Ofrece un dato: el banco que preside ha decidido no practicar desahucios como una práctica que se incluye en la política de RSC de la entidad y asevera que su coste es llevadero para el banco. Proclama que el Sabadell orece soluciones individuales en todos los casos que pasan, en ocasiones, por ofrecer viviendas sociales.
Sin embargo, también es de la opinión que existe una línea roja que no se puede traspasar, en relación con el nuevo redactado de la Ley Hipotecaria: los cambios con retroactividad ya que se producirían casos de inseguridad jurídica al no respetarse las cláusulas contractuales.