La palabra damajuana proviene probablemente del francés "dame-jeanne" y haría referencia a la anécdota que cuenta cómo la reina Juana I de Nápoles, después de refugiarse de una tormenta en un taller de un maestro vidriero, se interesó en la fabricación de botellas. En ese lugar la reina habría intentado hacer su propia botella y, soplando con gran fuerza, consiguió una de diez litros de capacidad, muy por sobre el tamaño considerado como normal. A esta botella y a las otras de su tipo que se fabricaron posteriormente, se les dio el nombre de dame-jeanne o "damajuana".


Y aquí otros ejemplos de damajuanas:



