Como antes, la literatura de masas se impone. Ruiz Ramplón para los conformistas. Truño Fuentes para los intelectuales. María Javieres para los elitistas con frenillo que de pequeños no salían a jugar a la calle. Cazamagos para los progres. Saltos-de-Matas para los mataliteratos. Ratón-Reverte para los que leen por sus cojones o son murcianos, como él. Y Juan Manuel de Prada para los estreñidos. A Lucía Etxebarría nadie la hace caso y se ha marchado con Pilar Rahola a buscar a alguien que las aguante a las dos juntas.
En esencia, la fiesta no habría cambiado. Sin embargo habría algo que echaríamos de menos ¿verdad?
Feliz Día del Libro 2010.