Alguna vez, Gastón Gaudio fue protagonista de un momento sorprendente. Insólito. En pleno partido de Viña del Mar, comenzó a sonar su teléfono celular. Nada parecía frenar el ringtone del aparato. Hasta que el Gato se acercó a su silla y apretó la tecla de apagado. Una escena parecida se produjo, ahora, en el cruce SV Sem Jemgum-Fortuna Veenhusen, por la Tercera División de Alemania. De pronto, Matthias Hilbrands dejó el partido para atender un llamado en pleno partido. Claro que la curiosidad no terminó ahí. Porque el futbolista volvió al césped, celular en mano, para cortar un contraataque. La patada a un rival y la amarilla del árbitro fueron el broche de esta postal increíble. Pero muy cierta.