Revista Sociedad
La sensata, Antoni Zabalza, uno de los mayores expertos en financiación autonómica. En su artículo de hace tres días en El País. Viene a decir que no es deseable la extensión de la financiación tipo concierto económico. La única justificación para que exista en los casos del País Vasco y Navarra es histórica. En estos casos, el concierto tiene la fuerza del status quo y el sistema de financiación ya se ha adaptado a su existencia. Sostiene, como yo mismo hice hace algún tiempo, que políticamente es más fácil y conveniente resolver cualquier problema que pueda haber de poca contribución de estas comunidades al resto del Estado mediante una redefinición del Cupo que mediante la eliminación de los conciertos (toma nota, UPyD).
La menos sensata, Vicenç Navarro, sociólogo metido a economista, que dice dos cosas, recogidas en El País de hace dos días y explicadas un poco más en su blog. La primera, que no hay un problema de deuda o déficit, puesto que otros países tienen o han tenido más de ambas cosas sin problemas. Navarro se olvida que esos países sin problemas no pagan tipos de interés tan altos como los que nos piden a nosotros. Los eurobonos tal vez podrían salvar la situación, pero no depende de nosotros, sino de que Francia y Alemania quieran.
La otra cosa que dice Navarro se refiere a la posibilidad de financiarse con impuestos (por tanto, sin añadir deuda). Tiene razón Navarro. Es posible hacerlo. Es una opción política querer ser más como los países nórdicos que como los anglosajones. Pero Navarro se refiere más que a esa opción, a la idea de que eso estimularía la economía, y esa parte habría que demostrarla. La estimulará más si el Estado gasta el dinero que retrae de los contribuyentes en actividades más productivas que las que hacen los propios contribuyentes. Si no, no. ¿Cuál es la empiria que nos puede hacer pensar que en la situación actual de España esta política dará resultados positivos? (Estímulos financiados con deuda al 0 o al 1% no serían buena comparación.)