Hace ya unas semanas, dando uno de mis habituales paseos por el Parque De Los Cerros, siendo más concreto por la zona de las bancadas (unos terrenos de cultivo que antiguamente se allanaban en forma de terrazas y que ahora llevan unas cuantas décadas abandonados) me encontré la muda entera de una serpiente que en mi humilde y temerosa opinión era bastante grande para estas tierras... Y digo bastante grande porque lo normal es encontrarse con chiquitejas culebrillas de río que no miden nada, pero es que esta que debe rondar por la zona debe sobrepasar el metro y medio fácil, y eso para mi (que como comprenderán ni soy Frank de la jungla ni vivo en el Amazonas ni en ninguna zona así tropical) ya es un pasote de grande.
Ahí hice una foto en la que comparo la longitud de la serpiente con mi mochila, que no es broma.
Pero bueno, como soy por naturaleza una persona curiosa, perdí un poco el temor a que la bicha estuviera todavía por ahí y me acerqué a ver cómo sera eso de la muda de una serpiente... Y como poco es llamativo:
Luego, como tenía la intención de saber de qué tipo de serpiente podían ser estos restos, pregunté a gente que sabe del tema y me contaron que lo más probable es que se trate de una 'Rhinechis Scalaris' o como se la conoce más fácilmente: culebra de escalera. Una criaturita del señor que puede superar el metro y medio de longitud pero que pese a lo chungo de su aspecto es totalmente inofensiva ya que su mordedura no es venenosa, aunque dicen que duele un rato.
Así es en realidad una culebra de escalera. Foto cortesía de www.sekano.es
Y como lo mejor de estas cosas es acabar con buen sabor de boca, qué mejor que hacerlo con la serpiente más conocida del Rock: ¡WHITESNAKE!