El Pleno del Ayuntamiento de Salamanca ha aprobado hoy anular la destitución de Miguel de Unamuno como concejal del Ayuntamiento de Salamanca producida en 1936 cuando el insigne filósofo se encaró con el general Millán Astray diciéndole la ya famosa frase "venceréis pero no convenceréis".
Unamuno ha tomado la palabra para agradecer el gesto a todos los concejales. A pesar de su avanzada edad, ha logrado subir al estrado y ha comenzado su discurso con su clásico “Decíamos ayer…”, recibido por los presentes con una sonora ovación.
A continuación, y al igual que en 1935, ha elaborado un discurso en el que ha vuelto a arremeter contra la reforma agraria, la política religiosa y la clase política, lo que ya no ha sido tan bien acogida por los ediles municipales, los cuales han empezado a revolverse en sus escaños y han acabado abucheando al egregio Don Miguel.
Éste, ante el creciente revuelo, ha tirado de repertorio y les ha espetado su clásico “venceréis pero no convenceréis”. Y en un alarde de modernidad y de estar al tanto del lenguaje moderno, ha terminado con un rotundo “¡Que os den!”.
"Mejorando lo presente" es una sección de Eduardo Cruz Acillona para Abracadabra