Hace un tiempo, una buena amiga me hizo llegar este poema y quiero compartirlo con vosotr@s.
Espero que os guste y que os reconforte leerlo.
No vayas a mi tumba a llorar,
no estoy alli, no duermo.
Soy los mil vientos que soplan,
los reflejos luminosos de la nieve.
Soy el reflejo del sol en el grano maduro,
la suave lluvia del otoño.
Cuando te despiertas en el silencio de la mañana,
soy la dulce brisa de los pajaros
que levantan el vuelo.
Soy las estrellas que brillan en la noche.
No vayas a mi tumba a llorar,
no estoy alli, no he muerto