Estamos casi a mediados de agosto y vaya si se nota. En Madrid no hay ni una mosca, todos los comercios están cerrados. Las visitas al blog han decaído considerablemente. Cómo se nota que la gente está disfrutando de sus vacaciones. Me alegro, porque al fin y al cabo aunque tengamos la retahíla de la crisis siempre presente, hay algo de tiempo aunque sea para ir al pueblo.Yo hice una miniescapada. Estuve en Murcia este fin de semana. Algunas seguro que lo habéis visto a través del Instagram. No tenía ni idea de que en esa comunidad hubiera sitios tan bonitos por descubrir. Es todo un paraíso, y lo mejor es que no está tan explotada como el Levante. Mirad qué bonito el amanecer:
Intenté hacer una manicura de palmeras inspirándome en las palmeras murcianas que vi este fin de semana, pero no llegué a conseguir el efecto que yo quería. El de las palmeras es un tema que me inspira mucho y un clásico del nail art. Tras hacer unas muy sosas me dije "puede quedar algo mucho más interesante". Así que recurrí a las joyas para nail art, a ver si de ahí salía algo diferente a todo lo que ya había visto anteriormente en otros blogs de nail art o en Pinterest. Aunque ya era tarde y tenía bastantes ganas de descansar y verme el útlimo de Breaking Bad, me puse manos a la obra, y la verdad es que me alegro, porque si no no hubiera dormido contenta.
Ese instrumento pequeñito con la pinta rosa de silicona que véis en la foto lo compré un día en un chino y no sé cómo se llama, pero es especial para coger las decoraciones de uñas y colocarlas con precisión en el lugar exacto. Es casi mágico. Perfecto para los escurridizos glequins. Ojalá encontrara un día otro parecido, por si se me pierde este. ¿Alguna sabe cómo se llama?
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