Un español que sea residente en Austria puede votar en las elecciones locales, pero no para elegir al gobierno ni al presidente de la república. En la misma situación, puede votar para elegir en España a los representantes del Congreso y el Senado, así como a quienes se presentan a las elecciones europeas, pero no puede elegir a ningún alcalde español.
Hoy hay elecciones locales en todo Salzburgo y como nunca había presenciado ningunas, me he acercado a ver de qué iba el asunto.
Mi conocimiento de los procedimientos electorales hasta hoy se reducía a
haber visto (en esas últimas elecciones en las que yo no pude votar) a vecinos por la calle vestidos con el traje regional, que iban en plan familiar a votar y a la vuelta se paraban en el bar del pueblo a comer o a llevarse algo de comer a casa.
Hoy, sea porque sólo se elige al alcalde o porque está lloviendo, iba el votante normal vestido de paisano y el bar no ha dado muestras siquiera de estar abierto.
Puesto que en este pueblo vivimos cuatro gatos, sólo hay un local en el que ejercer el derecho a voto: el instituto. Y, en él, sólo hay dos mesas, entre las que se reparten los vecinos en función del mini-pueblo en el que vivan.
Los pasos son los siguientes: uno se acerca a la mesa que le corresponde con su documento de identidad y un papel que nos mandaron por correo hace ya tiempo, y que tiene este aspecto:
Una vez comprobada la identidad del sujeto, se quedan ese papel y a cambio te dan un sobre blanco con dos hojas pequeñas, una de ellas amarilla y la otra blanca, en las que aparece una lista de los partidos que se presentan, más el nombre del candidato y su fecha de nacimiento. Esto último no termino de entenderlo, pero ahí está.
Detrás de esa mesa hay varias cabinas tapadas por unas cortinas, así que uno entra allí, hace una cruz junto al nombre del partido/candidato al que quiere votar, mete los papeles en el sobre, vuelve a la mesa e introduce el sobre en una urna completamente negra. Me resulta extraño, estando acostumbrada a ver las urnas transparentes españolas.
Imagino que en una gran ciudad será todo un poco más serio: habrá varios locales donde ir a votar, tal vez habrá más gente de cuerpo presente... Aquí de hecho a la mitad de los que allí estaban ni siquiera le han pedido el documento de identidad porque la mayor parte de la gente se conoce.
Y ya está. Así se vota en Austria. Yo me esperaba algo más emocionante, si os soy sincera. Tendré que buscar nuevas aventuras...