Para los productos de estética y peluquería, en definitiva, de belleza, soy infiel por naturaleza. No hay crema, maquillaje o mascarilla por muy buena que sea que me impida comprar cualquier otra crema, maquillaje o mascarilla de la competencia. Me gusta probar. Y así, conjungando el verbo probar, di con los esmaltes de uñas de KIKO MAKE UP. ¡Son una maravilla!
Bajo juramento, afirmo que he probado todos o casi todos los esmaltes de uñas del mercado. Desde los más caros a los más baratos. Eso siempre de color rojo.
Los de KIKO MAKE UP me gustan por varias razones; la primera, la relación calidad-precio, la segunda, su secado, secan mucho más rápido que cualquier otro, la tercera su duración, aunque tengas que echarte un par de capas para que el resultado sea excepcional, no tendrás que estar pendiente de las uñas día sí día no y por último el tamaño del bote, lo justo para que el pintauñas no se quede espeso, algo muy frecuente en otras marcas y que, por cierto, me da muchísima rabia.