Revista Cultura y Ocio

Unas vacaciones para leer

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Unas vacaciones para leer
     Winter is here!! Ah, no, no... la costumbre del mal tiempo me hizo equivocarme. Empecemos otra vez: Summer is coming!! Además, este año como si se tratara de una historia de George R. R. Martin, el dichoso verano se nos resiste, amaga quedándose entre nubes. Se hace desear.
     Pero al fin llegan las vacaciones, y las lecturas de vacaciones. Y no, no os voy a enlazar títulos aunque sea la costumbre de la casa ir saltando de zona en zona. Este año he decidido ser un tanto más realista y hablar de todos esos libros que procuramos llevar en el lector después de haber hablado seriamente con nuestra maleta que nos haya dejado claro eso de: "De este libro no pasa". Bueno, y porque sabemos que ala vuelta alguno nos vamos a traer y hay que dejar hueco... total, en mi caso ya lo sabe todo el mundo. hace unos años empecé con la excusa de comprarme la guía de la ciudad a la que iba y ahora tengo un estante que da fiel testimonio de cada uno de mis viajes. Salvo de Malta. Por algún extraño motivo no fui capaz de encontrar una guía en todo Malta... creo que mejor no lo pienso porque desde que terminé el libro de Loureiro veo fantasmas por todas partes.
     Al final tengo los libros de viajes, las guías y los que compro en aeropuertos, estaciones y librerías que me recomiendan del lugar al que voy. Y sí, ya se que son como los de mi ciudad... pero me gustan.
     Hoy me voy de vacaciones, y ya veo como será la cosa. Os cuento a ver si os suena. Pasada la pereza de la maleta, colocar, apagar, desenchufar... te montas en el coche, o tren, o avión, o barco lo mismo me da... y abres el libro: "conocemos a... (que diría mientrasleo)... gasolina.. ¿gasolina? "Sí", te dicen, "mejor salir con el depósito lleno". Bien, conoces al señor de la gasolinera que te comenta que apenas hay gente aún, le pagas y sigues tu camino. Los dos en realidad, el de la carretera y el de las letras. Bien, conoces a un hombre que parece interesante. Una vida normal que de repente da un giro porque... "¿Has metido la dirección en el navegador?" Levantas la vista... "Eh... sí, sí, claro".
Total, que el hombre este, el del libro... ha perdido su trabajo y eso ha provocado que su salud mental se empiece a ver resentida (algo tendría de base, piensas), y descubres que... (un momento... algo pasa fuera. Ni te muevas de la página) "¿Estamos parando?" dices levantando la vista. "Sí, tengo que beber" Vale, hay que beber, lo asumes y esperas. Y, evidentemente, para cuando nuestro amigo (el del libro) está a punto de descubrir que su ex socio ha sido el culpable tu descubres que las leyes de la naturaleza se cumple y que viajas con gente que bebe demasiado agua... y te hace parar. En fin, que continuamos la historia, que sigue siendo interesante y aún nos da tiempo, queda camino por delant.... "Sí, sí, claro que he puesto el navegador" (Aunque a estas alturas estás sopesando la posibilidad de proponer al inventor de los audiolibros al Premio Nobel... posiblemente de la Paz) U mientras la historia sigue oyes murmullos sobre el tiempo, el atasco, el calor... y asientes con la cabeza sin enterarte demasiado de lo que te están contando y ajena al hecho de asentir a interminables excursiones, o peor aún: ¡compras! Pero ahora lo importante es la historia, tu historia. Porque a estas alturas es tu historia, ya conoces a todos mientras te mueves como pez en el agua por esta ciudad imaginada pensando que el ex socio no es ya el malo, es aún peor. Y que la pista te la ha dado que nunca han comentado que usara un Navegador (palabra comodín del viaje). Evidentemente tiene que ser el malo si no usa el Navegador, ¡no como tú que lo pusiste casi antes de abrocharte el cinturón!
     Quedan apenas 40 páginas y el coche se detiene otra vez. Levantas la vista un tanto mosqueada, a ver que pasa ahora... y lees eso de: "Bienvenidos a Valladolid". La cosa está clara, no ibas a Valladolid y en el coche se masca la tragedia, así que miras a un lado y haces la pregunta lógica en ese momento: "Pero... ¿no has usado el Navegador?"
     Bien, no se vosotros, ¡pero yo este año me voy en avión! La actividad del blog se verá afectada por la inactividad de quien lo lleva, pero buscaré leeros y dejar algún comentario. No os cuento donde voy por si me pierdo de camino, que todo puede ser. En todo caso, si en alguna sombra os encontráis a una mujer con la nariz detrás de un libro durante varias horas... tenéis mi permiso para pagarle una caña.
   
     Gracias a todos y disfrutad. Y oye, si queréis compartir anécdotas vacacionales... yo encantada.
     Pd. Y sigue el sorteo de Ruth

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