Revista Cine
Director: Jean-Luc Godard
La segunda película de Godard es, como pueden ver, "Une femme est une femme". A color, filmada en Scope. Otra pequeña maravilla, otra verdadera delicia de su parte. Una comedia romántica musical que tiene tanto de intención conceptual o intelectual como de un desaforado desenfado estilístico, la historia de una mujer, Anna Karina, bailarina de cabaret, que quiere tener un hijo aunque ni su pareja (Jean-Claude Brialy) ni su pretendiente (Jean Paul Belmondo) atinan a darle lo que quiere, aunque ellos sí que quieren que ella les dé lo que quieren, que no es un hijo precisamente. Esto crea líos y discusiones entre Anna Karina y Brialy, ahí está metido Belmondo para meter su cuchara, y se ponen a cantar, a posar, la música irrumpe, todo parece cuidadosamente coreografiado, la vida es un espectáculo de equívocos y amarguras. Supongo que Godard también aprovecha de hablar o reflexionar en torno a las relaciones entre hombres y mujeres, sobre la femineidad y la masculinidad, sus crisis, sus confusiones, sus enredos, todo en clave cómica y adorable, aunque no pueda encasillarse ni clasificarse dentro de algún género o mecanismo específico, ni tampoco simplificar un discurso siempre punzante y más complejo de lo que aparenta. "Une femme est une femme" es un híbrido en perpetua transformación y cambio, manteniendo siempre presente esa premisa: que los hombres y las mujeres se quieren, claro, pero que no saben cómo demonios estar juntos... o que deben sufrir lo indecible para darse cuenta de que es lo que realmente quieren. En cualquier caso, divertidísima película, festiva película, que habla de un creador refrescante, incómodo a la vez que seguro consigo mismo, que siempre parece plantearse nuevos retos, a sí mismo y a las posibilidades del cine, que, como las personas, es cualquier cosa menos algo que deba permanecer rígido y petrificado en un molde frío e impersonal. El cine, como las personas, puede ser tan veleidoso como profunda e inevitablemente seductor. Y a nosotros nos encanta, claro que sí...