Revista Cultura y Ocio
En el 2003 Sid Lerner creó los “Lunes sin carne”, una campaña que proponía, tal como su nombre indica, no comer carne los lunes.
Desde entonces este movimiento global que se practica en los cinco continentes y tiene representantes en 23 ciudades alrededor del mundo ha cobrado mucha importancia y ha sido apoyado por diferentes asociaciones, personas célebres, restaurantes, etc.
La idea tras este proyecto es promover un estilo de vida más saludable a la vez que concienciar a las personas de los efectos positivos que tendría reducir el consumo de carne en su dieta diaria. Además, este pequeño gesto de no comer carne durante un día a la semana repercutiría directamente en una mejora de los siguientes factores:
- Medio Ambiente: Ayudaríamos a frenar la desertización de ciertas zonas del planeta y reduciríamos las emisiones de CO2. Se talarían menos árboles, ahorraríamos agua y energía ya que actualmente el 76% de todo lo que se cultiva en la tierra se utiliza para alimentar al ganado y sólo el restante 24% es de consumo directo.
- Salud: Reduciendo el consumo de carne también disminuimos la obesidad, el colesterol, las enfermedades cardíacas, la ingesta de antibióticos y hormonas, etc.
- Ética con los animales: Se ahorraría terrible sufrimiento y muerte a millones de animales. El objetivo de los "Lunes sin carne" es simplemente concienciar a la población de los beneficios que se obtienen al reducir el consumo de carne y, a la vez, promover una relación más saludable, sostenible y coherente con la comida. Además las dietas ricas en frutas y verduras, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Salud y ecología impulsan la dieta vegetariana en EE UU.
En el año 2003, la medida de los “Lunes sin carne” resurgió en Estados Unidos, pero en esta ocasión con una intención diferente: proteger la salud de los ciudadanos. La medida se instauró inicialmente en algunas Escuelas de Salud Pública de Nueva York, y San Francisco fue la primera ciudad que lo implementó en su red escolar. Lo hizo en 2010 y entonces se bautizó como el Día Vegetariano. El arraigo de esta iniciativa en Estados Unidos convive hoy con su implementación en países como Reino Unido, Bélgica, Brasil, Australia, Israel, Canadá y Croacia.
En Los Ángeles acaba de implementar en más de 1.000 colegios los llamados “Lunes sin carne” (Meatless Mondays), que consisten en ofrecer un menú de sólo verduras a los estudiantes un día a la semana y esto es algo bueno para ellos.
Aunque se trata de un gesto simbólico, se está pidiendo a la gente que piense en serio sobre cuáles son sus opciones alimentarias. Comer menos carne puede ayudar a revertir algunas de las enfermedades más comunes, como es la obesidad. En EE UU, un tercio de la población padece sobrepeso y obesidad.
El sobrepeso y la falta de actividad física causan unas 300.000 muertes prematuras en EE UU.
Ante la gravedad de estas cifras, hay que hacer algo para erradicar el problema.
La iniciativa de los “Lunes sin carne” no es exclusiva de Los Ángeles, sino que forma parte de una campaña global en pro de la salud y el medio ambiente apoyada por numerosas organizaciones. Entre las que están la World Cancer Research Foundation, que aconseja “elegir una mayoría de alimentos vegetales, limitar el consumo de carne roja y, sobre todo, evitar las carnes procesadas”. La medida tiene también un importante ángulo medioambiental. Sus promotores destacan entre las ventajas de un menor consumo cárnico no solo afectan a la salud sino también en el medio ambiente, dada la gran cantidad de recursos naturales necesarios para producir carne.
“Lunes sin carne” asegura que, si la población de EEUU renunciase a productos animales solamente un día a la semana, la cantidad de emisiones que se reducirían equivaldría a la que se produciría si toda la población se pasase a conducir coches híbridos. Se evitaría el consumo de más de 45.000 millones de litros de gasolina y se ahorraría suficiente agua como para que cada persona pudiera llenar su bañera aproximadamente 20 veces al año. La violencia comienza por el tenedor, solía decir Gandhi.
El vegetariano más famoso de todos los tiempos no es el único en dar al humilde cubierto un poder extraordinario. La organización “Lunes sin carne”, respaldada por un grupo de agrupaciones de salud pública de EEUU y Gran Bretaña, cree que un sencillo tenedor puede convertirse en un arma capaz de transformar el mundo.
La versión española, sigue la estela de los 25 países donde la iniciativa está en marcha, en algunos casos con gran éxito. En Bélgica, ciudades enteras como Brujas o Gante se han sumado a la iniciativa implantando menús sin carne en los centros escolares. El hotel Nordic Light, en Estocolmo (Suecia) presenta a sus clientes una carta sin carne un día a la semana.
Esta asociación sin ánimo de lucro invita a comenzar de forma modesta evitando el consumo de carne y cualquier otro alimento de origen animal los lunes, simplemente, se trata de asumir el compromiso de no comer carne una vez a la semana. Ninguna otra acción resultará tan simple y tan poderosa para hacer algo por el planeta.
Podéis encontrar más información en su web