Publicado en ValenciaOberta.es
Cuentan digitales y rotativos que Unicef, basándose en datos oficiales, alerta de que casi la mitad de los niños valencianos están en riesgo de pobreza. Un 37,7% nada menos. Al dar la cifra en porcentaje se libran de perpetrar barbaridades tales como publicar que un tercio de los niños del mundo son españoles y son pobres. Así estuvo publicado por Atresmedia en sus webs durante muchas horas. De todos los niños que ustedes conocen, de los que ven por la calle, la mitad están en riesgo. Un desastre.
No importa que España sea uno de los países más ricos del mundo, dentro de la OCDE y considerado entre las 15 economías más importantes del planeta, que los datos de nuestra comunidad autónoma, sin estar ahora mismo para echar cohetes – hasta que llegue marzo – estén muy por delante de Extremadura o Andalucía o qué por más que uno busque y rebusque en la prensa no se dan casos de niños que tengan graves problemas de nada propiciados por su pobreza extrema. Casi la mitad de los niños valencianos están en riesgo de pobreza. Pues defínanme riesgo de pobreza, señores de Unicef, que me parece que no han pasado una posguerra.
Lo diré sin paños calientes: Unicef me da mucho asco. No es más que otro organismo de la ONU. La misma que tiene ONU que tiene una Comisión de Derechos Humanos que preside Arabia Saudí, dónde las mujeres no solo no conducen, si no que viven encerradas en sus casas y los homosexuales son ajusticiados por el mero hecho de serlo. Partiendo de eso, escarben un poco más y verán el nido de corrupción y pasteleo que es eso que llaman las Naciones Unidas. La ONU da mucho asco. La ONU decide que guerras molan y cuáles no. Quien vive y quien muere. Y lo hace, como siempre, con cargo a nuestros impuestos. Unicef o ACNUR o cualquier otra agencia, son dignos hijos de la matriz. Viven del expolio y de la propaganda y rara vez son útiles allí donde se las necesita. Pueden preguntar a los Cascos Azules. Yo lo he hecho. Los criterios de funcionamiento son meramente políticos. Discrecionales. Según interese a quien lleve la manija.
Si como yo dudan de aquello que proviene del Estado, no duden en dudar de ACNUR o Unicef. No juzguen las intenciones, seguro que honestas y bienintencionadas del chaval con el peto que les para en la calle Colón, pero renieguen de los resultados que cualquier institución pública de este estilo puede conseguir. El gobierno de Rajoy o de Puig, llenos de corruptelas y desajustes funcionan bajo los mismos incentivos que la ONU, solo que encima en la ONU entran en juego dictadores y reyezuelos de países infinitamente más corruptos que el nuestro. Expolio y propaganda que apela a su buen corazón.Y si es cierto que tienen buen corazón, que todos tenemos uno pequeñito, tienen muchas otras opciones para apoyar, que sí funcionan y que sí son eficientes. Curiosamente la mayoría de ellas trabajan con un alto porcentaje de fondos privados y muy pocas subvenciones. Médicos Sin Fronteras, Aldeas Infantiles, Save the Children me vienen a la cabeza así de pronto porque las conozco bastante de cerca. También pueden ponerse en contacto con SFL Valencia y preguntarles por SFL Valencia En Acción y con muchos otros proyectos estupendos que seguro hay por ahí. Pero no malgasten su tiempo y su dinero. Piensen en los líos del COI o la FIFA. Recuerden las juergas de DSK en el FMI. Eso son los organismos internacionales. Eso es Unicef, pero vestida de seda.
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