Unidad del Milenio Paiguara, Ecuador

OBRAS

UNIDAD DEL MILENIO PAIGUARA, ECUADOR · 05/06/2015

Las Unidades Educativas del Milenio son el equipamiento educativo promovido por el gobierno de Ecuador para hacer llegar a zonas rurales un tipo de infraestructura de la que antes carecían. Estos espacios están destinados a las comunidades, dotándolas de una biblioteca, un centro médico, un auditorio, un comedor, aulas y canchas deportivas. La principal función de esta dotación es mejorar la escolaridad de la población, sin embargo, fuera del horario de clase, los centros se abren a la comunidad como espacio público. Por otro lado, estas edificaciones están pensadas como lugar de refugio ante cualquier tipo de desastre.

En San Juan de Gualaceo, una de las zonas más pobres de la provincia de Azuay, encontramos el centro Paiguara. Situado en un área de pendiente pronunciada, el programa se divide en diferentes bandas perpendiculares al desnivel, de forma que en sentido norte-sur la circulación está a la misma cota y en sentido este-oeste se supera la inclinación del terreno con rampas y escaleras. El lugar se encuentra rodeado de montañas y cercano al río Santa Bárbara. Este paisaje juega un importante papel al trabajar con las visuales desde y hacia el proyecto.

La construcción se basa en un módulo de 9,6 x 9,6 m que permite espacios amplios en aulas, laboratorios y oficinas. De esta forma, el edificio cuenta con espacios flexibles y fácilmente ampliables en un futuro. El sistema estructural empleado es de losas y pilares de hormigón armado in situ y cubiertas de vigas doble T pretensadas con una chapa de hormigón de 5 cm, que permite una fácil obtención local y rápida ejecución. Los cerramientos exteriores laterales de los volúmenes prismáticos están elaborados con piedra del lugar, mientras que las paredes que dan hacia los corredores y las divisorias entre aulas son de ladrillo visto, también producido en la zona. La orientación del edificio requiere un adecuado sistema de protección solar que permita una adecuada iluminación y que, a su vez, impida la entrada de luz solar directa en aulas y espacios de trabajo.

La entrada al conjunto se hace a través de un vestíbulo cubierto que da acceso a las diferentes zonas de la edificación sin romper la relación con la geografía. En todas las aulas se trata cuidadosamente la visual hacia el paisaje, de forma que el río, las montañas y la vegetación pueden convertirse en parte del proceso de enseñanza y aprendizaje.