Unidad y cambio

Unidad y cambio. Espero que ambos deseos se hagan realidad, porque es el único camino posible.  Hace un mes escribí que "quien termine encabezando el partido lo hará, probablemente, no con un arrasador resultado electoral, pero si con un claro mandato en el que las ideas, las propuestas y el nuevo camino estarán nítidamente definidos". Acertar en la primera parte era relativamente fácil. La segunda se resume en lo que ya es la primera de las consignas, la unidad. Días después, comenté que mi apuesta para comenzar este nuevo camino pasaba por la elección de Carme como Secretaria General. Y aunque no ha sido así, continúo creyendo que puede, y debe, producirse el cambio. Nos lo pedía el ombligo al que ya hemos dejado de mirarnos y, sobre todo, lo están esperando millones de ciudadanos que, a la velocidad del fraude, han visto aparecer la verdadera patita del lobo recortador y mentiroso que se escondía tras los discursos peperos que han resultado estar vacíos de propuestas que no lleven aparejada la sombra de la tijera. Unidad y cambio. Futuro y esperanza.