Universal Music ha llevado a los tribunales al servicio de música Grooveshark. La discográfica acusa a los empleados del mismo de ser ellos los que han subido al servicio más de 100.000 canciones pirateadas.
En la demanda presentada en un juzgado de Manhattan, Universal acusa a
los ejecutivos de la compañía de alimentar la oferta del servicio
subiendo material no autorizado. El caso puede tener serias
consecuencias para Grooveshark que, hasta ahora, siempre ha argumentado
que si existían canciones para los que no tenía licencia era porque los
usuarios las habían subido lo que le eximía de responsabilidad si, tras
conocer formalmente su existencia, actuaba.
Grooveshark es una plataforma web muy popular en EE UU
que permite escuchar gratuitamente unos siete millones de canciones
(diez millones Spotify), sin obligación de registro. En 2006, sus
creadores, Sam Tarantino, Andrés Barreto y Josh Greenberg, tres
universitarios de Florida, pensaron que la industria musical tenía que
cambiar. Dos años después lanzaron Grooveshark.
Tarantino asegura
que tienen 28 millones de usuarios. El dinero les llega con la
publicidad y las suscripciones. Existen dos modalidades: la primera, de
4,50 euros al mes, prescinde de los anuncios; la segunda, de 6,50 euros,
incluye la descarga de la aplicación móvil para usar el servicio allá
donde se desee y con el aparato que se quiera. Google, con todo, la ha
retirado del mercado de Android.
Su tercera vía de negocio son los
ingresos por la venta de canciones que pueden escucharse en
Grooveshark, cuyo catálogo se nutre de la música que los internautas
colocan a disposición de terceros. Al igual que MySpace, el sitio de
Florida también deja que los músicos suban su obra a su plataforma a fin
de darse a conocer.
Tener una cuenta en Grooveshark significa
poder poner a disposición de otros la música que a uno le gusta. Sea la
que sea. Si el artista o su discográfica no tienen un acuerdo de
distribución con Grooveshark, a los tres creadores no les importa. En
las condiciones legales que casi todos aceptan a ciegas, alertan de que,
ante cualquier posible delito, la culpa será de quien puso el material
en la Red, y no del intermediador.
Universal reclama 150.000
dólares por cada infracción que se detecte lo que podría elevar la
sanción a cientos de millones de dólares. La discográfica ha conseguido
archivos según los cuales, Tarantino ha subido al servicio 1.971
canciones sin licencia. La empresa cita a otros ejecutivos a los que
acusa de la misma conducta. Universal cita el testimio anónimo de un
empleado en Digital Music News a propósito de una noticia sobre
las quejas de King Crimson. Según este supuesto testimonio, la empresa
les asigna un número determinado de canciones con las que alimentar el
servicio, actividad que va acompañada de una mejor retribución.
En Dinamarca, un grupo contra la piratería ha solicitado el bloqueo judicial de la dirección de este popular servicio de música.
Revista Internet
Universal acusa a los empleados de Grooveshark de subir cien mil canciones pirateadas
Publicado el 21 noviembre 2011 por Nicky010 @nicolas_allendeSus últimos artículos
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