El hecho de que en las universidades se de más importancia a los contenidos que a como transmitir esos contenidos, no dando importancia a la pedagogía, ni a la metodología didáctica, ni al conocimiento del entorno en el que va a trabajar el futuro docente, hace que por mucho que escuchemos que la educación ha cambiado mucho, en la mayoría de los colegios e institutos se siga enseñando como hace un siglo.
El master de formacion del profesorado parecía una buena idea para mejorar la formación docente del profesorado, digo parecía porque no tenéis más que leer algunos de los comentarios publicados en esta entrada del blog, por estudiantes del master, para comprender que todavia queda mucho por hacer.
Hoy he leído en cuadernos de pedagogía un articulo muy interesante de Rafael Porlán, coordinador de la campaña “No es verdad”, en el articulo dice entre otras cosas que la universidad está lastrada para formar docentes, sin más os dejo con el texto, que se llama universidad y formación docente. Después me contáis.
Promover activamente que otras personas crezcan es lo esencial para ser docente. Participar en primera línea, y con criterio, en el enriquecimiento humano.Crear las condiciones para que madure la autenticidad, la inteligencia, el compromiso, la sensibilidad, la conciencia... el auténtico conocimiento. Vivir en directo la condición humana y trabajar por su versión liberadora.Sin embargo, ¡qué tremenda decepción y qué contraste tan brutal! Lo digo alto y claro: la universidad, mi institución, está profundamente lastrada para formar buenos docentes. Se me llena la mente de duras palabras para explicarlo: miseria, mediocridad, cobardía, ignorancia y prepotencia.En las recientes reformas de la formación inicial del profesorado de Primaria y Secundaria éstos son los valores académicos (?) que han estado muy presentes.Miseria de muchos por ganar trozos de “tarta curricular”, sin interés alguno por el perfil humano y profesional del futuro docente.Mediocridad de tantos por aferrarse a viejos y obsoletos conocimientos encapsulados de por vida, sin mostrar ninguna preocupación por la dinámica del mundo y de la escuela.¿Crees que la universidad está preparando adecuadamente a los futuros docentes? ¿Crees que al terminar sus estudios un profesor/a está preparado para la realidad que se va a encontrar en el aula? ¿Qué te parece el articulo? ¿Cómo ves la enseñanza en la actualidad? ¿ Nos cuentas tu experiencia?Vía Cuadernos de PedagogíaRafael Porlán, coordinador de la campaña “No es verdad”, más información en redires.Cobardía de otros que esconden la cabeza bajo el ala del conformismo y se tapan la conciencia con la patética mueca de la no beligerancia y la neutralidad.
Ignorancia de la mayoría que sigue pensando que para enseñar basta con saber sólo el contenido. El contenido, claro, de la parte de la parte de la disciplina que ellos transmiten sin importarles el todo completo de la profesión.Prepotencia de aquellos que desprecian el conocimiento pedagógico, psicológico y didáctico, y le niegan la misma presunción de rigor y de valor académico que le dan, con frecuencia de manera exagerada y acrítica, a cualquier otro. De esta forma dejan en evidencia sus vergüenzas docentes y, para protegerlas, abandonan descaradamente el discurso científicamente grandilocuente que aplican a su propia disciplina y se entregan, sin pudor, a los lugares comunes más simples.Columna muy dura. Lo sé. Hablo de mis vivencias diarias. Nada fáciles. Con frecuencia, hostiles.¿Para cuándo una autocrítica de la razón universitaria? La institución lo necesita y la escuela también.