Las universidades chilenas se han convertido en las mayores usureras, avaladas por gobiernos alcahuetes, que permiten conscientemente que esto ocurra.
La carrera de Odontología es la más abusada de todas y cada uno de sus estudiantes junto a sus padres se han convertido en verdaderas víctimas de un sistema egoísta y alejado absolutamente de los valores que conlleva la educación superior.
Así también han proliferado innumerables negocios para abastecer a estos estudiantes de la infinidad de materiales y equipos que necesitan para poder continuar dentro de este peculiar sistema.
Es incomprensible que las universidades privadas con los altos aranceles que cobran, sean incapaces de entregar a sus alumnos los elementos básicos para su desempeño. Obligándolos a comprar infinidad de aparatos y materiales, por lo que un alumno de esta carrera debe disponer cada año de al menos 1 millón de pesos extras si es que quiere avanzar al siguiente nivel.
Tan grave como esto es que además de la carga financiera, la universidad es incapaz de realizar convenios en forma directa con consultorios, escuelas, centros deportivos , etc, con el fin de tener una cartera de pacientes para proporcionarlos a sus alumnos y así evitar que además deban salir a mendigar pacientes, que además de ilógico raya en la crueldad.
Si seguimos sumando, nos encontramos que por muy eficiente que un alumno sea, puede perder el año si algún paciente falla, por lo que claramente las universidades deben buscar la mediación y ser empáticos, buscando una solución ipso facto cuando esto ocurre y no hacer que el alumno deba nuevamente repetir el año, lo que además significa pagarlo.
La verdad es que la malla curricular para los alumnos de cuarto y quinto años es una tortura para estos jóvenes, la que debiese ser revisada y analizada a la brevedad por el Ministerio de Educación y principalmente por el presidente de la república, ya que estamos claros que los Ministerios poco tiempo tienen para dedicarle a asuntos tan importante y graves como esto.
En una sola frase, " BASTA YA DE HACER NEGOCIOS CON LOS ALUMNOS UNIVERSITARIOS"