Revista Cómics

Universo Comic-Books! – Lo que mueve el mundo

Publicado el 25 mayo 2015 por Celesj

David Mamet es un escritor, cineasta y dramaturgo dotado de un talento especial para los diálogos afilados. En su película El Último Golpe (Heist, 2001), el siempre espléndido Gene Hackman da vida a un astuto atracador ya en el ocaso de su carrera. “Es lo que mueve el mundo. ¡El dinero!”, exclama Hackman en la célebre secuencia inicial.

Su socio, interpretado por Delroy Lindo, no parece muy convencido: “Otros dicen que es el amor.”

Hackman apenas deja entrever una mueca burlona: “Sí, tienen razón. Es el amor… el amor al dinero.”

En nuestra anterior sección os dejamos colgados con la pregunta de los 15 millones de dólares: ¿Negoció Martin Goodman un buen precio cuando decidió vender el Magazine Maganement Group al grupo Perfect Film en el verano de 1968?

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Cero dólares. Esa es la cantidad exacta que ingresó Timely en concepto de derechos por el serial del Capitán América estrenado en 1944. Aquel primigenio Capi televisivo tiraba de revólver en lugar de escudo para entrar en acción, y detrás de las máscara no se ocultaba Steve Rogers, sino un fiscal de distrito llamado Grant Gardner.

Lo primero que habría que señalar es que en aquella época el potencial de Marvel seguía midiéndose básicamente por las ventas de sus publicaciones impresas y nadie vaticinaba entonces que acabaría convirtiéndose en un gigante del entretenimiento. Ya en 1943, Goodman había cedido gratuitamente los derechos para la realización de un serial televisivo del Capitán América producido por Republic Pictures que se presentaría al año siguiente. Él entendía que así se publicitaban los cómics, y con eso se daba por satisfecho. Lo mismo sucedería con la serie animada de Spiderman de 1967… ¡Para ser un tipo con fama de tacaño, hay que ver con cuánta alegría regalaba los derechos para la explotación catódica de sus personajes!

Eso sí, nadie puede discutir que el negocio editorial iba viento en popa. Según datos oficiales confirmados por la propia Marvel, entre 1961 y 1964 se produjo un incremento de facturación de casi un 50 por ciento, rebasándose los 27.709.000 ejemplares anuales vendidos. Después, a medida que continuaron relajándose las restricciones para ampliar el número de títulos, la consolidación de la línea se hizo aún más evidente, de tal suerte que en 1966 la cifra se aproximaba ya a los 40 millones anuales.

Entonces, ¿por qué decidió Goodman deshacerse de su lucrativa división de publicaciones? Personalmente, yo creo que el hombre pensó que había llegado el momento de hacer caja. A lo largo de casi tres décadas, había sufrido en sus propias carnes toda suerte de vaivenes editoriales, desde el hundimiento de los cómics de superhéroes al final de la Golden Age hasta la marea de protestas ciudadanas que desembocó en la creación del Comics Code, y no quiso arriesgarse a que esto de la “Era Marvel” fuese otra moda pasajera más. Además, la oferta de Perfect Film le permitía permanecer en el cargo cinco años más y colocar a su hijo Chip como “heredero”. Luego las cosas no salieron como él lo había planeado y a su vástago le pusieron de patitas en la calle, pero eso es una historia para otra ocasión.

Si actualizamos las cifras aplicando el incremento del coste de la vida, los 15 millones de dólares de 1968 equivaldrían a algo más de 100 millones en la actualidad. ¿Qué me decís, que os sigue pareciendo demasiado poco? Bueno, la verdad es que a mí también…

En mi humilde opinión, a Goodman le faltó visión de futuro. No olvidemos que estamos hablando de un señor que llegó a afirmar que los aficionados a los cómics no estaban interesados en la calidad. Él jamás demostró ningún interés particular por el material que publicaba (excepto los westerns, que sí eran santo de su devoción), lo único que le preocupaba es que se vendiera bien. Cuando vas por la vida con una mentalidad tan materialista, al final pasa lo que pasa: que tienes delante de tus narices un diamante en bruto y te crees que es otro pedazo de carbón más que puedes arrojar a la caldera.

Tras enterarse de la operación, Jack Kirby bramó que Marvel se había vendido por una miseria: “¡¡Sólo el Hombre Hormiga ya vale más que lo que se ha pagado por toda la editorial!!” Seguramente exageró un poquito, pero se lo disculpamos porque es “el Rey”…

Sin embargo, hete aquí que, a mediados de la década de los setenta, el tiempo parecía estar dando la razón a Mr. Goodman. Según reconocería James Galton, que asumió el cargo de presidente de Marvel en 1975, la compañía registró pérdidas por valor de dos millones de dólares en el primer semestre de aquel año. El mercado de “newsstands” había dejado de ser rentable, lo cual obligó a una reestructuración general de la editorial. Sólo el inesperado “boom” comercial del fenómeno Star Wars evitó que la espiral negativa desembocara en una severa crisis comparable, en cierta manera, a la que sacudió DC en 1978. La puesta en marcha del modelo de “direct sales” permitiría que las ventas se reactivaran nuevamente, situación de la que supo aprovecharse la Marvel de Jim Shooter para salir del bache.

La Casa de las Ideas volvería a cambiar de manos en 1986, cuando New World Pictures ofreció 46 millones de dólares para adquirir la empresa. El estudio fundado por Roger Corman sí entendió las enormes posibilidades que brindaba el universo superheroico marveliano, tanto en el campo cinematográfico como en el televisivo, pero carecía del músculo financiero necesario para hacer realidad sus ambiciosos proyectos. Acosado por sus dificultades económicas, a New World no le quedó más remedio que poner en venta la editorial apenas dos años después. Marvel se había convertido en una fruta muy apetitosa y no faltaron pretendientes que pujaron por cortejarla, entre ellos el mismísimo Shooter, que buscó la ayuda de un grupo de socios capitalistas con la pretensión de regresar a la editorial por la puerta grande tras su polémico despido. No logró su objetivo porque su oferta se quedó por debajo de los 82.5 millones de dólares que puso sobre la mesa Ronald O. Perelman, el acaudalado propietario de la conocida marca cosmética Revlon. Ajustando el coeficiente de inflación, estaríamos hablando de unos 160 millones a cifras de 2015.

Perelman llamó a la puerta de Marvel con un propósito muy concreto: convertirla en una nueva Disney. Lo cual no deja de tener su punto irónico, teniendo en cuenta lo que sucedería después. Determinado a rentabilizar al máximo su inversión, el megalómano empresario no dudó en recurrir a toda clase de artimañas de ingeniería financiera para llenarse los bolsillos, a la vez que se embarcaba en una demencial política de adquisiciones que endeudaría Marvel hasta niveles insostenibles. En un intento desesperado por contener la hemorragia, el 4 de enero de 1996 se comunicaba la cancelación de los contratos de 275 trabajadores, aproximadamente un 40 por ciento de la plantilla. A finales de ese mismo año, la compañía se declaraba en suspensión de pagos. Según apunta Dan Raviv, autor del libro Comic Wars, faltó muy poco para que las autoridades judiciales ordenaran un cese total de actividades, lo que hubiera supuesto el cierre definitivo de Marvel.

No descubro nada si os digo que Marvel resurgiría de sus cenizas como Jean Grey… perdón, quería decir como el ave Fénix. Con Avi Arad e Isaac Perlmutter al mando, la empresa recuperó el rumbo perdido y dio los pasos necesarios para, esta vez sí, convertirse en una fuerza emergente del Hollywood del siglo XXI. La pujanza de la nueva Marvel no pasó desapercibida para los ejecutivos de Disney, que en agosto de 2009 apoquinaba unos astronómicos 4.000 millones de dólares para hacerse con el control de las acciones (algunas fuentes incluso elevan esa cifra hasta situarla en torno a los 4.240 millones). La magnitud de la operación sorprendió a propios y extraños, considerando algunos analistas que se trataba de un precio exageradamente alto. Nada más lejos de la realidad: sus recientes éxitos cinematográficos han afianzado a Marvel Studios como la gran joya de la corona del imperio Disney, y todo hace indicar que dicho liderazgo se reforzará en el curso de los próximos años. Ni Pixar ni el ratón Mickey pueden competir con la fuerza arrolladora de un Universo Marvel que parece capaz de expandirse “hasta el infinito y más allá”.

¿Cuánto vale Marvel hoy en día? Es difícil aventurar una cifra, porque está claro que Disney no va a ponerla en venta. Pero os dejo con un dato harto significativo: todas las secuelas cinematográficas marvelianas han mejorado sustancialmente la recaudación de las películas originales. Si la tendencia se mantiene y las estrellas se alinean para que Los Vengadores: La Era de Ultrón pulverice la marca de los 2.000 millones de dólares globales… Si eso llega a ocurrir, ¿cuánto valdrá Marvel entonces?

También será interesante seguir el funcionamiento en taquilla del film del Hombre Hormiga que se encuentra actualmente en proceso de posproducción. Según como vayan las cosas, podría muy bien suceder que las acaloradas estimaciones de Kirby sobre el valor del personaje terminaran resultando proféticas, ¡quién lo iba a imaginar en aquel convulso verano de 1968!

Miguel G. Saavedra

UM - CB-EXTRA

morbius
Como sabéis, este artículo debería haberse presentado en las revistas Panini de Marzo, en tanto que se trata de la continuación de “Un rescate con condiciones”. El artículo estaba ya listo para ir a imprenta cuando se tomó la decisión de retirarlo de la programación editorial. A mí se me prometió que el artículo se publicaría más adelante, pero posteriormente dicha promesa quedaría revocada. Ni siquiera se me dio la opción de modificar lo que fuera que hacía el artículo “impublicable”.

Cualquiera que lleve un tiempo ligado al mundo editorial sabe que en este trabajo existen ciertas limitaciones con las que tienes que convivir, te guste o no. Así son las reglas del juego. Sin embargo, debo admitir que nunca antes me había encontrado con una situación donde lo que se pretende es dejar a mis lectores con una historia partida por la mitad sin darles la más mínima explicación.

En vista del panorama, al final hemos tenido que buscar refugio aquí, en Universo Marvel. La integridad creativa de esta sección no es algo que yo me tome a la ligera, y vosotros os merecíais poder leer la historia completa. Al menos, ese compromiso sí se ha cumplido. Más allá de polémicas sobrevenidas, mi principal empeño ahora es conseguir que “Lo que mueve el mundo” quede al alcance de todo aquel que desee leerlo. Entiendo que esa sería la mejor manera de hacer justicia a un artículo al que las circunstancias han terminado convirtiendo, quizás, en algo más que un simple artículo. Cualquier ayuda que podáis prestarme para contribuir a su difusión será bien recibida.

Gracias por seguir leyendo Comic books!

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