Revista Salud y Bienestar
España es el segundo país de la Unión Europea que más sal consume. Sólo los portugueses rebasan los 10 gramos de sal al día que contiene la dieta media de un español. Esta cifra dista mucho de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja consumir máximo 5 gramos diarios para mantener los valores de presión arterial en niveles aceptables (140/90 Hgmm) y, en consecuencia, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La sal forma parte de la cultura y dieta española, tanto que uno de cada tres hipertensos lo es a causa del consumo en exceso de sal. “Estudios recientes han demostrado la relación directa que existe entre la ingesta de sodio, incremento de los niveles de presión arterial tanto en personas hipertensas como en normotensas y mortalidad cardiovascular”, explica el doctor Antonio Coca, jefe de la Unidad de Hipertensión del Hospital Clínico de Barcelona y ex – presidente de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), que estos días participa en la 15ª Reunión Nacional de la Sociedad.
La alimentación es indudablemente uno de los pilares básicos en la prevención del riesgo cardiovascular. En este contexto y aún más cuando hablamos de pacientes con hipertensión arterial, la sal juega un papel determinante. Bajo esta premisa surge el Plan de reducción del consumo de sal en España (PRCS) ideado para combatir la hipertensión arterial en España, patología que afecta al 42% de la población adulta mayor de 18 años, según datos del estudio epidemiológico ENRICA (Estudio Nacional de Riesgo Cardiovascular, Obesidad y Alimentación) presentado ayer en este foro científico.
Esta iniciativa se enmarca dentro de la Estrategia NAOS (Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad), una campaña diseñada para luchar contra la obesidad y los factores de riesgo cardiovascular desarrollada en 2005 por el Ministerio de Sanidad y Política Social a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), y que cuenta con el asesoramiento de la Sociedad Española de Hipertensión Arterial-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial.
--¿Sabemos lo qué comemos?
El salero no es ni la única ni la principal fuente de sodio en nuestra alimentación. Por el contrario, el 72% de la sal que consumimos proviene directamente de los alimentos procesados, principalmente de los congelados y refrigerados. “El 20% restante procede del salero y cerca del 8% del sodio natural de los alimentos y los medicamentos”, explica el doctor Coca. Ahora bien, entre los alimentos que más sal contienen, los expertos señalan cuatro grupos: los embutidos (26,2%), el pan (19%), el queso (6,7%) y los platos preparados (4,9%). Sólo éstos aportan el 57% del sodio alimentario.
En este sentido, la estrategia para la reducción de sal tiene como doble finalidad instaurar y fomentar hábitos alimenticios cardiosaludables, pero por encima de todo “controlar y reducir la cantidad de sodio en todos los alimentos, principalmente en los preparados, precocinados, congelados, embutidos y conservas. Sin duda, un paso decisivo que no podemos dar al margen de la industria alimentaria”, señala el doctor Coca. Así, los expertos estiman que de reducir a la mitad el consumo de sal –de 10 a 5 gramos diario- se lograría reducir en un 50% el riesgo cardiovascular lo que, a su vez, permitiría evitar cerca de 20.000 ictus y 30.000 infartos de miocardio al año.
Por otro lado, a la hora de hacer la compra, los expertos recomiendan leer detenidamente el etiquetado de los productos ya que, con frecuencia, la sal se "camufla" en forma de estabilizadores o conservantes como nitrito sódico, fosfato monosódico…es decir, en todos los aditivos que llevan la palabra "sódico". En opinión del doctor Coca, en los “próximos años lograremos reducir significativamente el número de muertes por accidente y enfermedad cardiovascular gracias a esta iniciativa”.
--Ante todo, moderación
Los expertos prefieren usar la palabra moderación para abordar un problema de salud pública como lo es la hipertensión arterial en nuestro país. En este sentido, existe un consenso unánime en cuanto que bajar su consumo es de suma trascendencia en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, principal causa de mortalidad en España. Entre las medidas a seguir, los expertos recomiendan dejar de utilizar el salero, cocinar con menos cantidad de sal y usar como alternativas especias. Asimismo, “conviene no olvidar los otros factores que influyen en la salud cardiovascular y en la hipertensión arterial, como son los hábitos de vida saludables”, concluye el doctor Antonio Coca.
***Pie de foto (de izquierda a derecha) el Dr. Antonio Coca, Unidad de Hipertensión del Hospital Cínico de Barcelona, el Dr. Pedro Cía, Presidente del Comité Organizador de la 15ª Reunión de la SEH-LELHA y el Dr. José Abellán, Cátedra de Riesgo Cardiovascular de la Universidad Católica de Murcia.
Sus últimos artículos
-
Hm hospitales recibe a tres nuevos médicos residentes que comienzan su formación postgrado en los centros del grupo
-
Finaliza el reclutamiento de pacientes para el ensayo fase III de tivantinib para el tratamiento del cáncer de pulmón no microcítico
-
Expertos debaten sobre las nuevas Guías ESC de Insuficiencia Cardiaca (IC) y el manejo del paciente con IC
-
Las Unidades de Manejo Integral de Pacientes con Insuficiencia Cardiaca reducen las visitas a Urgencias entre un 30-60% y los ingresos en un 40%