Todo el proceso de fotografía y post-producción están hechos personalmente por Herbrich en su propio estudio. Sólo cuando los objetos o los escenarios son muy grandes, alquila localizaciones y estudios. Su hermano Markus lleva trabajando para él desde hace muchos años y Thomas confiesa que es su arreglalotodo personal y que estaría perdido sin él.
Una parte del éxito de su obra la tiene lo inédito de sus escenas, pero el logrado realismo es sin duda lo que termina de rematarlas. La mayoría de sus fotomontajes los hace partiendo de maquetas, pues antes de dedicarse de pleno a la fotografía Herbrich trabajó en el mundo del cine, participando en títulos como Godzilla o Independent Day.
Actualmente su lista de clientes incluye marcas como Sony, Toyota, BMW, Mercedes Benz, Volkswagen, Ikea y Lego.
En su sitio web (Thomas Herbrich) podéis ver varias galerías, pero lo que no podéis perderos es el enlace que casi todas las fotografías incluyen, "How it was done" y que nos muestra una pequeña explicación de cómo logró hacer cada una. Allí también hay algunos datos interesantes, como la filosofía del autor con respecto a su obra:
No estoy interesado en la realidad de la misma manera que un fotógrafo convencional. Yo prefiero tomar fotografías más o menos como lo hace un pintor al crear sus pinturas. Pienso en una escena y luego hago lo necesario para convertirla en realidad. El único aspecto imprescindible es que parezca auténtica, pero también tiene que ser interesante y entretener, sin ser predecible (...) ¿Qué hace que una fotografía sea buena? Para mí la respuesta es bastante fácil: Una buena fotografía es cómo el principio de una historia interesante. Parece buena y deja entrever un secreto, algo que sólo aparece en un segundo nivel de interpretación.
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