Revista Música
En algún lado Violeta vio el cartel "Se buscan canciones" y se mandó. En ese lugar después conoció a su media hermana Luciana Tagliapietra y de acá a Tucumán ida y vuelta se hizo Uno y Otro, su doble EP de canciones cortitas. Dos costados para descubrirla de a poco como una de esas cantantes que tienen el don de la cadencia. De esas que te cuentan la historia más larga de la forma más corta, con el efecto de esas películas que duran tres horas y se te pasan rápido pero al revés. Un sexto sentido que la une a la Rosario Bléfari de Suarez.
De Uno a Otro está bueno seguir la suelta de sonidos desordenados que caen en los distintos temas, a veces casi fuera de tempo. O identificar algún teclado yendo de la cama al living, o esperar a que juegue con su propio eco, o el de Luciana que es lo mismo. Entonces como EP doble va doble recomendación, aunque sean las dos del mismo. Mi cárcel va de hit al frente con lo que podría llamarse el golpe feliz de batería y su memorización inmediata. Y El intenso con su gong, su guitarra en otro regitro y su momento robot bajo el agua.
uno y otro